Andrés Ridois, socio fundador de la Bodega Sin Reglas, junto a su hija Santina, crearon la Fundación Sin Culpa y lanzaron un vino en su honor. Esta edición especial, promueve el consumo consciente y  es amigable con el medioambiente.

Objetivo

Uno de los grandes propósitos es forestar y disminuir la huella de carbono que dejan las botellas de vidrio de los vinos, razón por la cual la línea «Sin Culpa» estará íntegramente envasada en botellas reutilizadas, sin usar papel y utilizando solamente una serigrafía sobre la botella.

“La idea es que la gente se sume al consumo consciente tomando un vino de alta gama. Te tomás un rico vino con una botella reutilizada y si podés la devolves, yo te pago por la botella, me la llevo, la vuelvo a limpiar y la vuelvo a embotellar. Como se hacía en la vieja época, como la damajuana, pero en alta gama. La ganancia estará totalmente destinada a forestar y a transformar”, detalló el empresario bodeguero.

Por cada caja que se venda de vino “Sin Culpa”, la bodega asumió el compromiso de plantar un árbol en el departamento. En su elaboración emplean insumos que no contaminan, reutilizarán los envases y  contribuirán a la forestación buscando evitar el calentamiento global que genera la huella de carbono.

“Lo importante y el mayor desafío que tenemos los adultos para que vivan nuestros hijos y nuestros nietos es contribuir con el medioambiente. Debemos ser menos egoístas y pensar en los que vienen, las nuevas generaciones”, sostuvo Ridois.

Esta novedosa etiqueta de Malbec de alta gama, puede conseguirse a $1821, en la Bodega Sin Reglas. Es una copa para beber sin culpa, porque cada botella es mucho más que un buen vino, es cuidar el planeta y asumir la responsabilidad de dejar un mundo mejor a las futuras generaciones.