La comunidad educativa de la Escuela N° 1-743 de Colonia Bombal en Rodeo del Medio impulsó el proyecto “Teléfonos solidarios” con el fin de que los chicos con bajos recursos pudieran estudiar desde sus casas por la pandemia. 

Esta fue una iniciativa de las docentes de la institución y sus directivos, quienes observaron la dedicación y el entusiasmo que tenían de aprender los estudiantes de esa escuela maipucina.

Las responsables fueron la docente Viviana Rodríguez; de nivel Inicial, María Eugenia Barberá; la directora, Daniela Lombardo, la vicedirectora, Patricia Negral, y la auxiliar de dirección, Roxana Antequera. 

“En el transcurso de la cuarentena fuimos viendo que algunos de los alumnos perdían la conectividad. Y este fue un nuevo desafío para la escuela, volver a contactar a esos niños que ya no recibían nuestras tareas como lo venían haciendo”, comentó una de las docentes que llevó adelante esta propuesta.

De la escuela a los hogares

Desde un primer momento, docentes y directivos se propusieron llevar conectividad a aquellos alumnos de la escuela que, por diferentes motivos, la habían perdido. 

Fue así que comenzaron una cadena solidaria de maestras, familias y amigos a través de la cual recolectaron aparatos de celulares que tenían algún desperfecto técnico, pero que podían arreglar para donarlos.

Previo, algunos docentes se acercaron a las familias y comprobaron que sus celulares ya no funcionaban, y no contaban con recursos para adquirir un nuevo teléfono.

Pese a esa situación, los niños enviaban sus tareas a través de teléfonos de vecinos o algún familiar. “Producciones hermosas, que al verlas jamás imaginamos todo el sacrificio que el niño o niña y su familia tuvieron que hacer para realizarla”, comentaron desde la escuela.

“Esto nos movilizó, pensamos en la forma de poder ayudarlos y así surgió esta ‘Cadena Solidaria’ entre docentes, familiares y amigos que fueron donando sus celulares».

Respecto de la entrega de los aparatos, las directoras indicaron que aquellos que estaban en funcionamiento los entregaron rápidamente.

El resto, fueron reparados, en algunos casos en forma gratuita y en otros, gracias a la solidaridad de las docentes y sus familias.

“Este proyecto está repleto de amor ya que trascendió las puertas de nuestra institución, docentes, familias y amigos aportaron su granito de arena para que sea posible”, cerraron.