Después de varias etapas de refacción y la interrupción de la pandemia, finalmente el polideportivo Juan Domingo Ribosqui reabrió sus puertas. Todas sus actividades vuelven a funcionar para albergar a los maipucinos que lo utilizan diariamente para deporte y recreación.

“Hicimos una importante inversión para lograr un Centro Deportivo renovado y a la vanguardia, como se merece la comunidad maipucina”, afirmó el Intendente Matías Stevanato rodeado de deportistas.   

“La pandemia no pudo frenar la inversión en infraestructura deportiva, porque mi finalidad es ampliar los espacios de integración social, que se generen vínculos y fortalezca los principios de amistad, compañerismo y empatía por el prójimo, además de brindar una modalidad de vida saludable. Esos son los beneficios que brinda el deporte”, concluyó el Jefe Comunal, que estuvo acompañado de Alejandro Bermejo, ex intendente y actual diputado nacional.

Si bien a medida que se terminaron las obras se habilitó parcialmente para el uso de las instalaciones, recién este mes se logró concluir con todo lo previsto en el proyecto inicial, con el objetivo de brindar un espacio a la altura de la demanda social y deportiva tanto amateur como profesional.

La obra en su totalidad significó una inversión de 55 millones de pesos de las arcas municipales.

“Una de las obras que más impacto causó en los vecinos fue la construcción de un playón deportivo cubierto, realizado en el sector Norte. Está conformado por una pista hormigonada de 800m2 de superficie completamente cubierta y cuenta con una estructura metálica que supera los 15 metros de altura de manera tal que se puede practicar actividades como vóley, básquet, y handball. A esto se suma la construcción de tribunas metálicas y se adicionó una zona de baños y vestuarios”, explicó Eduardo Mezzabotta, Secretario de Infraestructura de la Municipalidad de Maipú.

Paralelamente, en el proceso de modernización del polideportivo, se realizó la reconstrucción de las canchas externas, originalmente de baldosa. Se estiman que tenían una antigüedad de 30 a 40 años, y ya había cumplido su ciclo por lo que se las reemplazó por hormigón saneado y fueron pintadas en color azul y naranja, cambiado la tónica de la imagen visual.

Se trata de tres unidades que se convierten en canchas adaptadas según el deporte. En una de ellas se fracciona y permite tres nuevas canchas de básquet. 

Entre las refacciones, también se mejoró el cierre completo del predio: se reemplazó la tela de alambre de los tiempos olímpicos por un cierre perimetral llamado acmafor, el cual es inalterable con el paso del tiempo. “Es una malla electro soldada que da seguridad y la pintura la hace inalterable”, explicó Mezzabotta. 

Polideportivo Juan Domingo Ribosqui

El polideportivo fue inaugurado en 1972 y conocido por aquellos tiempos como “Campo de Deportes”. Durante estos 48 años ha sido sede de competencias nacionales, sudamericanas e internacionales que lo han posicionado como uno de los polideportivos más importantes de la provincia, siendo el primero en contar con un estadio techado. 

El Ribosqui ha sido semillero de grandes deportistas que triunfaron en competencias nacionales e internacionales. Alentando a nuevos deportistas para alcanzar estos logros, se reconstruyó la cancha principal abierta con la instalación de 5500 metros cuadrados de césped sintético que permite entrenar fútbol y hockey sobre césped. De hecho, la escuela de fútbol infantil tiene un promedio de 1500 niños que asisten y utilizan este espacio operativo para formar futuros  futbolistas. 

El estadio cubierto que innovó en los años 70 y en los 90 que instaló el piso de parquet para el Mundial de Handball Sub 20 también recibió refacciones. Se hizo el recambio de las piezas, lijado completo y la impermeabilización laqueada de la madera. Este estadio con capacidad para 3.500 personas contempla un ala de oficinas y salas para actividades alternativas. Fue sede de la Copa Latina de Handball, Torneo Sudamericano de Voley, Mundial de Handball Juniors, Sudaméricano de Handball y Mundial de futsal. 

En sus inicios predominaban las prácticas de atletismo, handball, y vóley. Con el transcurso del tiempo se incorporaron otros deportes como básquet, karate, gimnasia artística, tenis de mesa, futsal, y hockey sobre césped. Cada deporte o disciplina cuenta con su propia nómina.

En su fachada un fuerte cambio de presentación indica que se trata de un Ribosqui completamente renovado, ya que como parte de esta impronta su exterior fue pintado por artistas y ahora se puede contemplar un enorme mural con colores que representan la energía que significa el deporte. 

“Cuando iniciamos el proyecto, pensamos que no sea solo un lugar de actividades deportivas, sino un espacio que invite a la gente a ingresar”, explicó Stevanato en referencia al importante flujo de personas que eligen el Polideportivo de la calle Mazza para aliviar el calor del verano. Es importante recordar que este lugar recibirá a casi 500 niños esta temporada para disfrutar de la escuela de verano con profesionales preparados e instalaciones de primer nivel, que se lanzará la próxima semana.

Por otro lado, el jefe comunal especificó detalles de la obra: “Una de las premisas que nos impusimos en este proyecto fue la renovación eléctrica, con lo cual reconvertimos todo en iluminación led”. Esto no solo permite un óptimo rendimiento lumínico a menor costo, sino que además generó el recambiado de cableado y tableros con el objetivo de garantizar a nulos los riesgos de descarga eléctrica. 

Para estar a la altura de la remodelación, se contempló también el sistema sanitario. Se reconstruyeron todas las instalaciones sanitarias que databan de 1971, con algunos baños fuera de uso. El sector Este tiene la zona de baños y vestuarios que se sometieron a la reconstrucción total, con la incorporación de pisos de porcelanato, cerámicos, la instalación de distribuidoras de agua fría y caliente y descarga de los sanitarios. Se renovaron artefactos y grifería y se colocó iluminación led. Se realizó una nueva conexión de sanitarios a la red general, de manera tal que se garantiza el funcionamiento de la infraestructura sanitaria en su totalidad.