Hay todo tipo de teorías que intentan explicar el origen de los perros. La teoría que la mayoría de los científicos acepta hoy explica que los perros evolucionaron de los lobos gracias a los asentamientos humanos.

Cuando los humanos se volvieron sedentarios y crearon sus primeros pueblos, comenzaron a producir montones de basura. Estos consistían principalmente en restos de comida, que atraían a los lobos. Algunos empezaron a comer de ellos y fueron perdiendo el miedo a los humanos. 

Al mismo tiempo, los  humanos pronto se dieron cuenta que tener estos animales cerca era una ventaja. Los lobos les avisaban cuando el peligro se acercaba a sus aldeas. Además, estos animales sabían cazar. 

Fue entonces que los humanos empezaron a mantenerlos cerca de sus hogares y comenzaron a reproducirse.

No pasó mucho tiempo para que los cambios genéticos comenzaran a aparecer. Cada generación de cachorros era menos agresiva y temerosa, y cada vez más dócil, al ser criados por seres humanos. Muy pronto dejaron de ser lobos y se convirtieron en los primeros perros primitivos.

El lazo entre humanos y perros

Esta hipótesis revelaría que los perros no existirían si no fuera por los seres humanos. Su evolución ha dependido únicamente de nosotros. Además, se han seguido seleccionando razas genéticamente para que las personas puedan elegir su raza fvorita.

La historia de la humanidad sería muy diferente si los perros nunca hubieran existido. Nos han acompañado desde nuestros primeros asentamientos. Cuando los primeros caninos domésticos llegaron a vivir entre los humanos, comenzamos a reproducirlos, seleccionando sus características más deseables para adaptarlos a nuestras necesidades.

Sin los perros de caza, la supervivencia de los seres humanos habría sido muy diferente. Lo mismo ocurre con los perros guardianes. Estos animales protegían a las aldeas y a sus habitantes. Y lo hicieron a cambio de un plato de comida.

A medida que nuestras necesidades han ido evolucionando, nuestros fieles compañeros evolucionaron junto con nosotros. 

Una de las características que más se destaca en los caninos es su naturaleza. La mayor recompensa que se le puede dar un perro es nuestra atención y aprobación. Ellos están dispuestos a hacer lo que sea necesario para ganar esta recompensa. 

Incluso, en casos extremos, muchos perros han arriesgado y perdido su vida por proteger a sus familias humanas. Aparentemente, no hay nada que no hagan para mostrarnos su amor.

Las razas y sus oficios

Algunas razas son animales de oficios. Los perros de terapia pueden ofrecer la comodidad que los adiestradores les enseñan a dar para visitar hospitales y otras instituciones. Del mismo modo, los perros guía brindan un servicio inigualable a las personas con discapacidad visual.

Los seres humanos están descubriendo constantemente nuevas formas en las que los animales pueden servir a los seres humanos, desde controlar la diabetes hasta acompañar a personas con autismo.

Cuando se trata del trabajo policial, los perros realizan algunas de las tareas más delicadas. Esto no sólo incluye la detección de drogas y otras sustancias con su tremendo sentido del olfato. También localizan a personas perdidas y ayudan en su recuperación. Y no podemos olvidarnos de esos animales que buscan humanos que se han quedado atrapados en los escombros que dejaron los desastres naturales.

Sin lugar a dudas, los perros son el mejor amigo del hombre. La historia de la relación entre humanos y perros se remonta a miles de años. Y ambos hemos evolucionado para adaptarnos el uno al otro. Mientras les proporcionamos comida, comodidad y seguridad, ellos dedican su vida a hacernos felices.