Cómo procesa los residuos Maipú y por qué su sistema es modelo ambiental

En tiempos de pandemia, la Planta de Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos de Barrancas es doblemente valorada.

Maipú está un paso adelante en su concepción ecológica de la gestión de la basura, ya que no posee en su territorio vertederos a cielo abierto.

Poseer una Planta de Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos resuelve ampliamente la problemática ambiental y además ordena la actividad económica mediante la articulación de la cadena de valor, que incluye trabajo formal bajo estrictas normas de seguridad e higiene.

El producto final del tratamiento de los residuos orgánicos es el compost, mientras que a los inorgánicos se los clasifica, se los separa y enfarda y se los dispone para su venta.

Además, todos aquellos residuos que no pueden ser reutilizados se los destina a relleno sanitario.

El modelo ambiental maipucino: su historia

En 1994 la Municipalidad de Maipú realizó una prueba piloto en el distrito de General Ortega, donde instaló una planta de residuos con el  propósito de lograr su recuperación y compostaje.

Aunque el resultado no fue el esperado, este acontecimiento se convirtió en el puntapié inicial para el futuro tratamiento de residuos.

Tres años más tarde, en 1997, y con el asesoramiento de la Universidad Nacional de Cuyo a través de sus facultades de Ciencias Agrarias e Ingeniería, se llamó a licitación para la operación y construcción en Barrancas de la Planta de Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos con capacidad para operar el cien por cien del descarte de la población.

En el año 2000, los residuos de los maipucinos comenzaron a ser tratados en esta planta, por entonces en concesión, pero en 2012 la Municipalidad de Maipú se hizo cargo de la gestión.

La planta maipucina ha tomado trascendencia más allá de las fronteras provinciales, ya que es modelo en su género a nivel nacional y en Latinoamérica.

Contenido provisto por: Lorena Sidoti