Covid-19: ¿Qué son los cascos de oxígeno y cómo ayudan a la recuperación de los pacientes?

Fueron adquiridos para la asistencia respiratoria de enfermos de coronavirus y ya se utilizan en varios hospitales.

Los cascos para ventilación no invasiva, también conocidos como ‘cascos de oxígeno’, son una de las herramientas con las que se cuentan para tratar a los enfermos de COVID-19 con severos inconvenientes respiratorios.

En principio, y a raíz de la pandemia, fueron adquiridos para tratar pacientes con coronavirus que padecen neumonías graves, con signos de insuficiencia respiratoria.

Además, son un complemento importante para la terapia respiratoria de los pacientes que no se encuentran en cuidados intensivos.

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“Hay personas que contraen COVID-19 y adquieren neumonías. Esto genera una ocupación de la unidad funcional del pulmón, que se llama alveolo, lo que no permite el ingreso del aire”, explicó a Noticias d el especialista en kinesiologia cardiorrespiratoria, Nicolás Moreira.

“Con la presión positiva que genera el casco, se logra la reapertura del alveolo. Así, el aire ingresa, es difundido al torrente sanguíneo y el paciente puede oxigenarse”, indicó al respecto el profesional maipucino.

Moreira es parte del equipo de trabajo del Servicio de Kinesiología del Hospital Central, quienes se ocupan de la colocación de los cascos en ese nosocomio.

¿Cómo funcionan?

Los casos fueron desarrollados por una empresa argentina. Este sistema de ventilación no invasiva fue aprobado por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) en junio y desde entonces se utiliza para la recuperación de pacientes con coronavirus en este contexto de pandemia.

Los profesionales resaltan que su uso ayuda a la mejoría de los pacientes. También el hecho de que las personas no requieren sedación por lo que están lúcidos, pueden trasladarse, estar acostados, sentados y hasta les permite comunicarse con sus familiares por videollamada.

“Son muy cómodos. En el Central tratamos de colocárselos y luego ponemos a los pacientes boca abajo para mejorar la reclutabilidad del pulmón. Pero las personas pueden estar sentadas y hasta pueden usar el teléfono con el casco puesto”, comentó el licenciado.

“Incluso, se pueden usar para trasladar a los pacientes a otros sectores del hospital, sin generar aerosolización ya que van totalmente presurizados y conectados al equipo de ventilación”, agregó.

Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

¿Pueden reemplazar a los respiradores?

Los cascos son una medida de sostén para aquellos pacientes que transcurren la enfermedad con algunas complicaciones, y en algunas ocasiones, requieren terapia intensiva.

Esta medida de sostén ayuda a revertir el colapso alveolar, lo que permitirá -en la mayoría de los casos- una mejora clínica.

Además, sirven para mantener estable al paciente hasta tanto se libere una cama en la UTI, logrando un tratamiento previo en la sala.

“Los empezamos a usar hace un poco más de una semana y notamos una importante mejora en la clínica de los pacientes a quienes se lo colocamos. Fue notable la mejoría en el nivel de oxigenación, de alrededor del 90 por ciento”, indicó el profesional.

Contenido provisto por: Rocio Sileci