El pasado jueves falleció Emma Cartellone de Zuccardi, a los 94 años. Junto a su esposo Alberto Zuccardi iniciaron, en 1963, la empresa que se convertiría en una de las más prestigiosas de la industria vitivinícola argentina: la Bodega Familia Zuccardi.

A través de una carta que circuló en las redes sociales, su familia confirmó la triste noticia. «Este jueves 30 de abril, Emma nos dejó luego de una larga vida llena de alegría y afecto», expresan en el comunicado.

Adiós Emma

«Fue una mujer fuerte y trabajadora, pilar fundamental del desarrollo de nuestra empresa familiar. También, fue una madre, esposa, abuela y bisabuela que con su amor y carisma dejó una huella indeleble a lo largo de tres generaciones, y que es en gran parte responsable de lo que todos nosotros somos», expresan su hijo José y sus nietos.

En los últimos años Emma estaba enfocada activamente en el área de Recursos Humanos y en la Fundación Zuccardi. «Siempre tuvo un especial interés por estar atenta a las necesidades de quienes trabajan con nosotros, y nos inculcó que familia no solo son los vínculos de sangre, sino especialmente todos aquellos con quienes compartimos valores y objetivos», continúa el mensaje.

Una mujer llena de vida

Emma también trabajó activamente en la difusión y preservación del arte de Mendoza y creó la Cava de Arte donde, de manera permanente, exponen sus obras artistas de la provincia.

Meses atrás, la familia publicó el libro «La cocina de Emma, recetas de una familia mendocina«. «Pudimos rendirle un homenaje muy especial a través de las comidas con las que durante décadas nos deleitó y mimó, y del recuerdo de su mesa, que siempre estaba puesta e invitando», expresa la familia.

«Emma fue una presencia central, que unió y creó hermosos lazos y momentos. Hoy nos toca despedirla, luego de haber tenido el privilegio de haber disfrutado de su presencia a lo largo de nuestras vidas. Hoy, y de aquí en adelante, solo nos queda recordarla con alegría», sintetizan en la sentida carta.

El vino que llevará siempre su recuerdo

Un exquisito Bonarda que elabora su nieto Sebastián la recordará con todo el amor. De hecho, la reseña que acompaña el sabroso elixir dice: “Una mujer elegante, de personalidad luminosa, encantadora, espontánea y sofisticada al mismo tiempo».

Emma nunca dejó de ir a la bodega y de encargarse, con suma pasión en los últimos tiempos, de un departamento referente a la promoción cultural de los artistas mendocinos.