Bodegas López: la historia de uno de los emblemas mendocinos

¿Conocías sus orígenes?

Corría el año 1886 cuando José Gregorio López Rivas llegó desde su España natal a la Argentina escapando de una devastadora plaga que afectaba las vides de Europa. Y consigo trajo parte de su historia: su pasión por las viñas y olivos. Fue así como eligió a Mendoza para instalar sus viñedos a nivel local.

Tres años después, consiguió traer a su madre y sus hermanos al país. Juntos se unieron para continuar con la tradición vinícola familiar, pero ahora en suelo argentino.

Maipú fue la elegida: los hermanos López arrendaron una pequeña extensión de tierra en General Gutiérrez, donde comenzaron a elaborar sus propios vinos bajo la dirección de José. No pasó mucho tiempo hasta que formalizaron su primera sociedad comercial: José López y Hnos. Sus vinos eran un éxito. 

https://www.instagram.com/p/B9twZ_Wnd1V/

José Federico López, único hijo de José Gregorio heredó de su padre el espíritu y amor por la vitivinicultura y continuó con el legado familiar. Su aporte fue clave para el crecimiento de la empresa en las décadas siguientes, con el aumento de la superficie de los viñedos y de la capacidad de añejamiento en toneles de roble francés. En los años siguientes registraron con enorme éxito las marcas Prestigio de Cuyo, Huetel y Rincón Famoso. 

El fundador de la Bodega falleció en 1948 y sus nietos también comenzaron con el tiempo a seguir sus pasos. El resto, ya es historia más conocida. La empresa se convirtió en una de las más importantes del país y sus vinos son exportados a todo el mundo. Más que una empresa, un emblema para los mendocinos. 

Contenido provisto por: María Abeijón Sarquís