Ana Laura Rosales es una joven maipucina. Hace un año se preocupaba por su vestido de egresada y todos los festejos que vendrían al terminar finalmente el secundario.

En 2019 egresó de la escuela Gilda Cosme de Lede, conocida popularmente como la Escuela Comercial. Ingresó a estudiar a la UNCuyo la carrera de Contador Público Nacional, siempre teniendo en cuenta pautas de estudio, planes, horarios, entre otras cosas. Pero todo eso quedó en la nada.

Por la pandemia, como miles de jóvenes, debió comenzar una carrera universitaria en la soledad de su casa y con situaciones inesperadas, muchas horas extras de dedicación, miedo e incertidumbre.

Las clases virtuales son uno de los puntos más destacados de esta pandemia. Tanto docentes como alumnos de todos los niveles hicieron un esfuerzo enorme por seguir con las clases.

Sin embargo, a muchos jóvenes les pesó este formato en lo anímico. En diálogo con Noticias d, Ana reflexionó sobre este año atípico y habló sobre su experiencia, muy similar a la de cientos de chicos.

–¿En qué etapa te agarró la cuarentena?

-Alcance a ir a los 3 días de ambientación; el lunes siguiente comenzaba a cursar y anunciaron la cuarentena.

-¿Cómo es proyectar un estudio universitario de una manera y luego tener que adaptarte a hacerlo de otra?

-¡Difícil! (Risas). Estando en casa tenés que rebuscártela sola literalmente. Con videos en Youtube, ayuda de compañeros y seguir las clases grabadas por los profesores.

–¿Creés que este año has aprendido lo mismo que si hubieras cursado presencial?

–Absolutamente no. En las materias teóricas sí, puede ser. Pero lo que son materias prácticas como matemática, es muy difícil tratar de «aprender» por la plataforma de la facultad. Los profesores ponen todo su esfuerzo, pero es complicado igual.

–¿Cómo se organizaron en casa para que vos puedas cursar una carrera universitaria de manera virtual?

-Prácticamente dejándome sola en mi pieza las horas que yo necesite. Y cuando salgo es porque me tomo un pequeño recreo (risas). Pero a la hora de rendir les aviso para que no usen el internet porque ¡me da pánico que se caiga la plataforma de la facu! O en el caso que yo esté rindiendo un oral, que no entren ni me molesten hasta que yo salga.

–¿Creés que 2021 deben volver las clases normales haya o no haya vacuna?

-Definitivamente sí lo creo. Creo que ya es hora de que convivamos con el virus. De todas formas, por lo menos mi facultad, no creo que vuelva ya que cuenta con la mayor cantidad de alumnos. Yo espero que sí de todas formas.

–En lo social, en las amistades y compañerismo, ¿creés que pudieron integrarse con amigos nuevos pese a no asistir?

-Respecto a lo social, relacionamos muy poco. Solo comparto con cuatro compañeros que egresaron del mismo curso conmigo en la secundaria y ahora curso con ellos en la facultad. Después habré establecido conversaciones con cinco personas más.

–¿Cuántas horas al día le dedicas a la carrera? ¿Son más o son menos que si tuvieras cursada presencial?

-¡No son las mismas claramente! Al principio de año le dedicaba todo el día, y si no era el día, la noche. Porque me sentía culpable de no hacer nada. A esta altura del año me cuesta mucho sentarme a hacer las cosas de la facultad, porque estoy agotada de mirar una computadora ya sea para cursar las materias o para resumir. Ya no encuentro motivación.