Moisés Pérez, mejor conocido como Moncho fue brutalmente agredido a la salida de un boliche en septiembre del año pasado.

Por la gravedad de los golpes los médicos no creían que volviera a poder jugar a su amado deporte, el handball.

Las lesiones de la golpiza dejaron al deportista maipucino de 31 años en coma. Tuvo pérdida de visión de un ojo y fracturas en cara y cráneo. Pasó por múltiples operaciones y recuperaciones dolorosas.

Moncho es el arquero del equipo de handball de la Municipalidad de Maipú. Pese a los diagnósticos, entrenó tan duro que ahora disputará el panamericano de clubes Sur-Centro 2022.

“Hay que apoyarse en la familia y creer en uno mismo porque puede que a simple vista haya límites», declara.

Moncho comenzó a jugar en la muni en 2003 y desde entonces no paró. Actualmente es arquero titular y con su edad se considera uno de los más grandes que ha habido.

Contra todo pronóstico médico por la posición que ocupaba en el deporte y el riesgo a recibir golpes, y el apoyo de muchas personas, el maipucino pudo poco a poco volver a entrenar y hoy ser parte de este sueño.

Gracias al esfuerzo, las terapias y la psicología pudo superar uno de los peores episodios de su vida y mirar al futuro con otros ojos.

Para Moncho la clave fue la mentalidad de salir adelante, el apoyo de sus seres queridos y las ganas de volver a competir en las canchas.