Todo comenzó previo a la inauguración de los juegos de la Plaza 12 de Febrero, el espacio se encontraba en remodelación desde hace tiempo pero días antes de la apertura al público el intendente recibió la carta de un nene de 4 años.

El pequeño se llama Lisandro, actualmente va al jardín y durante todos los días pasaba junto a su mamá por ese lugar de juegos.

El escrito fue redactado por la mamá del menor, pero según ella relata es textual lo que dijo Lichi. La carta tiene un encabezado dirigido a Matías Stevanato, el jefe comunal, y pregunta: ¿Por qué no abren los juegos?

«Ya no quiero ir a los juegos de la plaza cerca de mi casa, quiero por fin conocer e ir a ver esos que son ‘los más grandes de todos'», comenta antes de despedirse Lisandro.

Lichi vive junto a su mamá y su hermano en Gutiérrez, localidad de Maipú. Su crianza en los primeros años se basó en el juego y solo conocía plazas o casas de familiares. Ir a la plaza para él era algo habitual, hasta que con las restricciones de pandemia y los juegos fueron cerrados.

«Cuando tenía 2 años empezó la pandemia y los espacios de juego de las plazas se cerraron con el aislamiento. Él lo sufrió un montón, desbordes emocionales de no entender por qué no podía ir«, comenta su mamá.

Para ir al jardín, todos los días a la mañana y al salir, el recorrido del micro pasa por la Plaza de Maipú, durante un mes Lichi preguntaba por qué estaba cerrada la plaza y a qué se debía que fuera por tanto tiempo.

Cómo su madre no tenía la respuesta exacta le propuso preguntarle a alguien que supiera y así al pasar por la Muni, edificio que el niño reconoce, recordaba que ahí estaba la persona que sabía el porqué de su interrogante.

La carta finalmente llegó al intendente Matías Stevanato y por el gesto del tiempo la familia de Lisandro fue invitada a la inauguración de la renovación del sector de juegos este 13 de junio.

La municipalidad tardó en refaccionar la zona porque los juegos están hechos con plásticos reciclado, se usaron 10 mil botellas para hacerlo.

Antes de develar este gran espacio para los más pequeños Lichi espiaba junto a otros niños por las hendijas que tapaba los toboganes, castillo y demás.

«Antes que me llamaran nos juntamos con amigos en la plaza y curioseaban a través de las maderas y miraban los juegos. En una zona había un agujero, como por donde sale un perro y se querían meter por ahí», finaliza la mujer.

Stevanato recibió al niño y su mamá en el despacho luego de la apertura, el jefe de la comuna le dirigió unas palabras, pero el jovencito estaba un poco tímido.