El futbolísta nacido en Ledesma, Jujuy, llegó en 2019 al Deportivo Maipú trayendo toda su experiencia en el fútbol de ascenso nacional. Con la misma ilusión de ascender de todos los Cruzados, Marcos inició la actual temporada que, a raíz de la cuarentena, quedó en suspenso. 

En este contexto, para hacerle frente a la difícil situación económica que vive el país, el futbolista comenzó a producir milanesas. Su emprendimiento rápidamente se hizo conocido, tanto en Maipú como en otros puntos del Gran Mendoza.

—¿Por qué milanesas?
—Estaba sentado con un amigo de mi viejo hablando de la situación, que estaba muy difícil. Mi idea era conseguir un trabajo, pero fue imposible, entonces él me dijo que venda milanesas, ya que su familia tenía una pollería y me iba a enseñar a hacerlas bien ricas.

Marcos es hijo de Juan Carlos Lamolla, quien vistió la camiseta del Deportivo Maipú en la época dorada del Cruzado. Fue en la inolvidable campaña de 1986/87, en la que el Botellero ascendió a la B Nacional. 

«Muchos ex compañeros de mi papá que viven aquí en Mendoza, me están dando una mano con la difusión. Me están dando una mano grande y estoy muy agradecido por el apoyo».

—Ayuda en lo económico y para hacerle frente a la cuarentena…
—Sí, este trabajo lo hago primero por necesidad, para tener un ingreso para poder mantener a la familia. Segundo, para mantener la cabeza ocupada con esta complicación de que no hay fútbol.

—¿Qué crees que va a pasar con el fútbol?
—Para mí se apuraron en decir que no se puede jugar hasta el año que viene. Espero que se reanude pronto y podamos estar entrenando juntos lo antes posible. Se extraña y necesita demasiado.

—¿Qué tenes pensado hacer en junio, cuando termine tu contrato con Maipú?
—La idea es quedarme. Quiero, junto a mis compañeros, poder terminar la campaña y pelear el ascenso hasta el final.

—¿Qué forma de definición del torneo te parece que es la más justa?
—Es difícil hablar de justicia. Realmente la ventaja que existe, entre los primeros puestos a los últimos de clasificación es mucha, y poner a todos los clubes en igualdad seria injusto. Pero también faltaba parte del torneo por jugar y en el fútbol no se sabe qué va a pasar hasta la última fecha.

Marcos nació en la ciudad jujeña de Ledesma, ya que por aquellos días su papá jugaba en el Deportivo de esa localidad.

Comenzó su carrera profesional en 2005, en Pergamino, la ciudad natal de su familia. Forjó su experiencia en Real Arroyo Seco, Juventud de Pergamino, Almagro, Huracán de Tres Arroyos, Juventud Antoniana de Salta, Unión de Mar del Plata, Cipolletti, Estudiantes de Río Cuarto y  Juventud de San Luis, club desde el cual llegó al Cruzado.

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