Emprender para salir adelante: la historia detrás de Jelly Pastelería

Ángela Guerra es vecina de Luzuriaga y dueña de la pastelería. Hizo de su pasión por la repostería un estilo de vida. Conocé su historia y sus productos.

Durante la pandemia, muchos mendocinos vieron la oportunidad de crear su propio emprendimiento y de animarse. Como es el caso de Ángela Guerra, una joven pastelera que busca endulzar los días de los maipucinos.

Su amor por crear dulces comenzó hace muchos años, realizando tortas a familiares o amigos, y fueron ellos mismos los que la incentivaron a dedicarse profesionalmente.

«Empecé de casualidad hace algunos años, siempre me gustó cocinar pero nunca lo pensé como una actividad a la que me podía dedicar. En un momento empecé a hacer tortas para los cumpleaños familiares y así mi círculo cercano empezó a hacerme pedidos para sus festejos, y de ahí me recomendaron cada vez más», explicó la pastelera.

Tortas temáticas: innovación y modernidad

Aunque realiza pastelería en general (alfajores, tartas, donas) su especialidad son las tortas temáticas infantiles. Es ahí donde despliega toda su creatividad e imaginación para hacer de una simple temática algo soñado, y siempre respetando lo que el cliente quiere como producto final.

«Siempre quiero hacer realidad lo que el cliente desea, por ejemplo, si el pedido requiere técnicas que no conozco me encargo de estudiarlas y practicarlas para que todo salga lo mejor posible y el cliente esté feliz», dijo Ángela.

Romper tus propias barreras, creer y decidir emprender

Arriesgarse a montar un proyecto propio no siempre es fácil, surgen miedos, temores e inseguridades. Pero cuando aparece la necesidad de trabajar debido a la pandemia, y a nuestro alrededor contamos con personas que nos apoyan, nos animamos.

«Mis principales dificultades fueron mis propios miedos e inseguridades. Tenia una página de Instagram pero de forma privada porque no me animaba. Y fue durante la pandemia que decidí oficializar mi emprendimiento», sostuvo y agregó: «Sólo me faltaba ponerle nombre a lo que estaba haciendo y fue mi familia, mi novio y amigos lo que me incentivaron a animarme».

Autodidacta y futura bioquímica

Ángela tiene 24 años y actualmente se encuentra cursando el 4to año de la carrera de bioquímica y en sus ratos libres y para distraerse del estudio, llega a casa, se coloca el delantal, y comienza a crear.

«Soy autodidacta, sólo he hecho algunos cursos cortos para aprender cosas específicas. Cada vez que me pedían cosas nuevas buscaba cómo se hacía y así fui aprendiendo principalmente gracias a internet pero también a libros de cocina. Mi idea es poder estudiar pastelería una vez terminada mi carrera actual», contó.

Ángela es parte de los miles de jóvenes que deciden día a día en apostar por su creatividad y habilidades. “Le diría a quienes todavía no se animan a emprender, que si tienen un proyecto no se queden con las ganas de hacerlo, que lo intenten a pesar de las dificultades y miedos que puedan aparecer», concluyó.