«Cuando uno entra a la bodega se encuentra con historia. La pueden ver, sentir y tocar». Así describió a la Antigua Bodega Giol el encargado de Turismo, Joel Luján. Y es que, sin lugar a dudas, hablamos de la bodega más icónica de Maipú.

«Uno llega al a bodega y lo primero que ve es un descampado, no es muy atractivo. Pero cuando cruzás las puertas, te transportás a otro mundo», aseguró Joel a Noticias «d» y no dudó en afirmar: «Maipú es Maipú gracias a esa bodega. Entrás y vivís los recuerdos».

Hoy en día, cuenta con visitas guiadas y desgustaciones todos los días de la semana. Además, tiene abierto su restaurante para que tanto turistas como vecinos de Maipú puedan disfrutar de un almuerzo tranquilo.

Según la temporada, varían los vinos que se pueden degustar. «Esta temporada es especial, últimamente ha sido así. El producto estrella es una gama de vinos de autor, hay varias marcas. Son productores amigos y nosotros ponemos en degustación sus vinos», contó Joel.

En Giol, según la época, también se pueden degustar vinos caseros, vinos industriales y mucho más. «La idea es pensar como una persona que le gusta visitar lugares. En Maipú tenemos aceite de oliva, aceitunas exquisitas, dulces, mermeladas, y esto es lo que ofrecemos en la bodega», explicó Joel.

Por si fuera poco, el lugar cuenta con un salón, donde se realizan eventos sociales desde hace 10 años.

Para Joel, la Antigua Bodega Giol no es sólo su lugar de trabajo; es parte de su familia, de su historia. «Mi tatara abuelo trabajó en la bodega Giol. Toda mi vida pasé por la puerta de esta bodega, me tomaba un helado en la esquina», contó.

¿Por qué es tan importante esta bodega para Maipú? Para Joel la respuesta es fácil: «Es un ícono. Es mucha historia reunida en un lugar que ayudó a que un pueblo se creara. Es la historia de un pueblo que nació del vino».