El INYM estableció un mecanismo para garantizar la distribución equitativa de nuevas plantaciones

Cada productor inscripto en el Registro de Operadores podrá incorporar un máximo de cinco hectáreas de nuevas plantaciones.

También se determinó que se podrá implantar anualmente hasta el 2 por ciento de las superficies de yerbales ya existentes y declarados ante el INYM, y se permitirá la reposición de plantas secas o muertas dentro de un lote ya declarado, sin alterar la densidad original de la plantación.

El presidente del INYM, Juan José Szychowski, sostuvo que la medida busca que «nadie quede afuera y que el incremento en el potencial productivo se distribuya entre todos los productores. Cada uno de ellos va a poder plantar cinco hectáreas por año; tanto un pequeño productor como uno más grande».

«La medida adoptada persigue una finalidad altamente social y responde a un pedido explícitamente formulado por las entidades de la producción», precisó.

Un grupo de productores presentó anteayer una nota ante el INYM en la cual expresaron su preocupación por la aparición de nuevos operadores yerbateros.

«Grandes grupos económicos, muchos sin ninguna relación con la actividad, han comprado y plantado grandes extensiones de yerba mate, desvirtuando el sentido social que ha tenido nuestra actividad madre desde siempre», aseguraron los firmantes.

En su parte argumentativa, la resolución del INYM reseñó que «la organización productiva de la yerba mate se encuentra fuertemente vinculada al arraigo territorial de miles de pequeños productores, funcionando como cultivo poblador de esta parte del país.

Foto: INTA

El plan de colonización agrícola promovido por el Estado Nacional a partir de 1926 ponía como condición «plantar yerba mate» para el otorgamiento de tierras y créditos destinados a la producción.

Los registros reflejan que sobre 9.983 productores, 6.471 entregan hasta 60.000 kilos de hoja verde por año; es decir son pequeños productores.

«Lo que buscamos es consolidar el arraigo de estos agricultores en sus chacras y una distribución equitativa de la riqueza que se genera en la actividad yerbatera», explicó Szychowski.

Para llevar adelante la distribución de las nuevas plantaciones, el INYM dispuso un esquema de control en terreno y penalizaciones con el cual garantizará el cumplimiento de la norma.

Fuente: Télam