El Banco Central del Paraguay (BCP) tiene previsto comenzar el próximo año los trabajos de campo para actualizar los indicadores que se utilizan en el cálculo del índice de precios al consumidor (IPC), según informaron expertos de la institución financiera.

El principal objetivo es llevar a cabo una renovación de la canasta de productos de referencia utilizada en la recolección de precios por parte del BCP, lo que influirá en el resultado del IPC. Se espera completar este proceso para fines de 2027. Esta actualización, conocida como renovación del año base, se realiza cada década. La última actualización se realizó en 2017, utilizando como referencia el año 2007.

La renovación del año base implica la realización de la Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF), en colaboración con el Instituto Nacional de Estadística (INE). A través de esta encuesta, los hogares proporcionarán la información necesaria para actualizar la base de datos sobre bienes y servicios, así como las ponderaciones de los artículos que conforman la canasta.

Proceso de la encuesta

La última encuesta implicó la visita a aproximadamente 2.000 viviendas en Asunción y ciudades del Departamento Central, principalmente. Las visitas se realizan de manera aleatoria, con el objetivo de garantizar la representatividad de todos los estratos sociales.

«La encuesta dura un año. Para llegar a los hogares, realizamos una promoción y estamos en conversación con el INE para llevar a cabo ese trabajo. La selección de hogares es aleatoria; mediante sorteo se eligen áreas de empadronamiento, se determina la cantidad de hogares que participarán en cada área», explicó Miguel Mora, economista jefe del BCP, sobre el proceso correspondiente.

El índice de precios al consumidor (IPC) es un indicador económico de gran relevancia cuyo propósito es medir a lo largo del tiempo la variación de los precios de una canasta representativa de bienes y servicios que los hogares consumen, permitiendo calcular la inflación. Es fundamental actualizar periódicamente la canasta de bienes y servicios del IPC para mantener y mejorar la calidad y representatividad del indicador, de acuerdo con los cambios en los patrones de consumo de la economía a lo largo del tiempo.