Reconoció errores en la derrota electoral pasada y abogó por la unidad de los sectores democráticos en principios como la justicia social y la lucha contra la corrupción, más allá de consideraciones electorales.

Admitió la difícil situación democrática frente a un proyecto autoritario y destacó la necesidad de movilización ciudadana y debate. Señaló la falta de compromiso de las fuerzas de seguridad, la corrupción y la impunidad como elementos que contribuyen a la sensación de inseguridad. En el ámbito judicial, abogó por la independencia del poder judicial y criticó la vinculación del gobierno con el sistema judicial.

En términos de gestión gubernamental, expresó descontento con la falta de resultados y el autoritarismo del gobierno actual, especialmente en salud y educación, áreas que considera descuidadas. Sobre nepotismo, exigió la igualdad de oportunidades y el fin de los privilegios en la administración pública, así como una acción efectiva contra el nepotismo.