“Trabajar en la calle es peligroso, genera un riesgo, más para personas que, si bien tienen buenas intenciones, no están entrenadas para el trabajo que llevan adelante”, afirmó Mora.

En un recorrido por el microcentro capitalino, se observan los trabajos de mal bacheado en calles muy transitadas como Azara, Cerro Corá, Perú, O’Leary, Don Bosco, Oliva, entre otras, que se encuentran con innumerables baches, agua servida y grandes desniveles debido al mal recapado asfáltico. Los pobladores y trabajadores de la zona sostienen que los trabajos son realizados de forma provisoria por el Municipio y que con cada lluvia se vuelven a abrir los pozos.

Un ejemplo es la calle Cerro Corá y Yegros, donde hay un desnivel de capa asfáltica bastante pronunciado y con cada lluvia el tramo se convierte en un peligro para conductores y peatones.

La voz de los vecinos

“Hace unos seis meses que esta calle está así, el Municipio hizo bacheados, pero quedó en mal estado. Es imposible caminar así, aquí esperan el colectivo y una persona mayor podría tropezar o podría ocurrir un accidente. Nunca se hacen los trabajos como corresponde”, expresó Bernardo Martínez, residente de la zona.

En la misma situación se encuentra el tramo de Cerro Corá Paraguarí, donde los comerciantes del lugar deben lidiar con constante agua servida y sostienen que las calles en mal estado dificultan que los clientes puedan circular por el área, lo que genera una pérdida constante para ellos.

“Hace más de una semana que las calles están en esta situación. Se realizaron trabajos de bacheo, pero ahora los pozos se vuelven a abrir. Cuando llueve, es peligroso porque no se ve el pozo y nos perjudica porque los clientes ni siquiera pueden estacionar”, relató Silver Salinas, quien trabaja como vendedor en las cercanías.

Otros tramos que se encuentran en una situación calamitosa son Lisboa y Juan León Mallorquín, donde se realizaron trabajos de recapotado hace apenas unas semanas, pero el asfalto se encuentra nuevamente lleno de baches. Además, los pobladores sostienen que falta coordinación entre la Essap y la Comuna, ya que cuando la Essap repara las cañerías, el Municipio no vuelve a tapar los pozos en las calles.