Afirman que la Basílica Catedral es la primera iglesia de Ayacucho

Ante algunas discrepancias sobre el origen de la primera iglesia.

Según el historiador José María Vázquez Gonzáles, en su publicación del año 2006, señala varios aspectos relevantes sobre la primera iglesia de Ayacucho y su papel en la fundación de la ciudad.

Al explorar los inicios de Ayacucho en 1540, cuando los conquistadores españoles llegaron a la región, se destaca la importancia de la construcción de iglesias en ese período. La primera iglesia de Ayacucho, aunque no llevaba el nombre actual de Basílica Catedral de Ayacucho, tuvo un papel fundamental en esos primeros tiempos. Esta iglesia inicial fue una estructura modesta de adobe conocida como «San Juan Bautista», ubicada en el lugar que ahora ocupa la Basílica Catedral.

Esta afirmación está respaldada por múltiples historiadores locales, quienes han investigado minuciosamente los archivos históricos y los relatos de la época colonial.

Sin embargo, a pesar de esta evidencia documental, persiste cierta confusión entre los pobladores acerca de cuál fue realmente la primera iglesia de Ayacucho. Algunos sostienen que fue el Templo San Cristóbal, aunque los registros históricos demuestran que este templo fue construido a mediados del mismo año, mientras que el Templo de la Merced se erigió a finales de 1540.

Basílica Catedral

En contraste, Raúl Mancilla, otro historiador destacado y especialista en la historia de Ayacucho, coincide en que la Basílica Catedral fue la primera iglesia de la ciudad.

Mancilla añade una perspectiva interesante al explicar que la estructura original de la catedral era muy diferente a la que conocemos hoy en día. Inicialmente, la iglesia estaba construida principalmente con adobe, un material común en la arquitectura colonial peruana.

A lo largo de los siglos, la catedral ha experimentado numerosas reparaciones y modificaciones, evolucionando gradualmente hasta adquirir su forma actual.

Vázquez Gonzales lamenta la falta de financiamiento destinado a la promoción y enseñanza de la historia de los templos en Ayacucho. En su opinión, es crucial que se inviertan recursos en la preservación y difusión de este valioso patrimonio cultural.

En sus investigaciones, señala que esta creencia surgió como una simplificación que tuvo sus orígenes en el siglo XIX, cuando los escritores locales buscaban destacar la riqueza cultural y religiosa de Ayacucho.

Según Vázquez Gonzales, el mito de las 33 iglesias se popularizó sin un respaldo histórico adecuado que se aceptó por las actuales generaciones.

Fecha de Publicación: 5 abril, 2024