Este evento le brindó la oportunidad de interactuar con la comunidad y mostrar su compromiso con la mejora de la infraestructura educativa en la región. Además, al ser una figura pública, su presencia en este tipo de ceremonias puede servir para proyectar una imagen de liderazgo y cercanía con la población, lo que podría contribuir a fortalecer su respaldo político en medio de las investigaciones en curso.

La breve reaparición pública de Wilfredo Oscorima evidencia un intento por mantener una imagen de compromiso y dedicación hacia su gestión, enfocándose en su visión de desarrollo para Ayacucho. Su omisión de referirse al proceso que lo involucra en el caso de los Rolex y las observaciones en su contra puede interpretarse como un intento por desviar la atención de esos temas delicados y centrarse en mensajes positivos sobre su trabajo y sus aspiraciones para la región.

Sin embargo, el hecho de que haya reiterado su determinación de trabajar por el bienestar de Ayacucho «aunque le cueste la vida» podría interpretarse como un intento de generar empatía y respaldo popular en medio de las controversias que enfrenta.

Wilfredo Oscorima

La actuación evasiva de Wilfredo Oscorima al abandonar el evento y evitar a la prensa sugiere una estrategia de mantener un bajo perfil frente a las controversias en las que está involucrado. Su ausencia en la ceremonia por el aniversario de la fundación de Huamanga también podría interpretarse como un intento por evitar la exposición pública en medio de la atención mediática sobre el caso de los relojes Rolex.

El hecho de que su abogado haya solicitado al Ministerio Público la toma de su declaración sobre el caso indica una aparente disposición a cooperar con la investigación. Esto podría interpretarse como un intento por aclarar su posición y defenderse de las acusaciones en su contra. Sin embargo, el contexto de su comportamiento evasivo y la falta de declaración pública directa sobre el tema sugieren una estrategia de manejo cauteloso de la situación.