La historia de Río Turbio se remonta a 1870, cuando un inglés llamado William Greenwood y un francés de nombre Francois Poivre se asentaron en la zona. Viajaron desde Punta Arenas y en el camino cruzaron una serie de riachuelos y un río. Producto de las características del comportamiento de las aguas, el inglés Greenwood lo llamó “turbio”.

Más de diez años después, -más precisamente, en 1883-, el entonces marino y explorador Carlos María Moyano -que un año más tarde se convertiría en el primer gobernador de lo que hoy es la provincia de Santa Cruz- confirmó la presencia de carbón en la zona.

Sin embargo, aún faltaba mucho para que Río Turbio se tornara una ciudad carbonífera. Hasta esa fecha, los asentamientos se expandieron a partir de la actividad ganadera.

En Río Turbio y sus zonas aledañas, se sucedieron algunos de los hechos relatados con cruda maestría por el legendario periodista Osvaldo Bayer en La Patagonia rebelde, que cuenta la historia de un millar de huelguistas asesinados por el ejército entre 1921 y 1922.

En 1943, en plena Segunda Guerra Mundial, el Estado argentino toma la decisión de comenzar a extraer el carbón de la tierra y Río Turbio tomaría un rol central. La empresa estatal YPF crea una división carbonífera que empieza a explorar en la cuenca de Río Turbio, que rápidamente se expande y toma estatus de ciudad.

En 1950, bajo el Gobierno de Juan Domingo Perón, se impulsa un salto en la actividad, con la construcción de una vía de ferrocarril de 258 kilómetros que unió Río Turbio con Río Gallegos, hasta el puerto de embarque.

Este tren, inaugurado el 25 de mayo de 1951, se convirtió en un patrimonio histórico cultural, ya que fue clave en el autoabastecimiento de combustibles sólidos e industria pesada.

A partir de allí, la ciudad proliferó y comenzaron a multiplicarse los asentamientos de obreros en casas quonset, así como también la creación de nuevos barrios, que hoy llegan a 19.

En los 90, Yacimientos Carboníferos Fiscales (YCF) corrió la misma suerte que su “madre” petrolera YPF y fue privatizada. A partir de 2002, el Estado volvió a tomar las riendas de la rebautizada Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT).

Por estos días, además de la actividad minera, Río Turbio cuenta con un gran atractivo turístico basado en su geografía de montañas y actividad minera. La ciudad cuenta por estos días con 14.500 habitantes, aproximadamente.