Gustavo Gennuso: «Siempre la necesidad es muy grande y nuestra obsesión es que la gente tenga trabajo»

El Intendente de Bariloche se mostró expectante por la prueba piloto para recibir turismo en la localidad rionegrina mientras profundiza las medidas contra el coronavirus.

Bariloche vive en estos días una experiencia esperanzadora en plena pandemia y con números complicados en materia de contagios por coronavirus. Es que comenzará a recibir turismo interno en una prueba piloto, que fue aprobada por el Gobierno Nacional con estrictos protocolos. «Será con un grupo muy reducido de 500 turistas que si bien no moverán el amperímetro a nivel económico, desde lo psicológico, desde las ganas y las ansias que tiene nuestra gente seguramente es muy significante», se entusiasmó el intendente Gustavo Gennuso en diálogo con Noticias d.

«Anticipándonos a la llegada del turismo masivo, para probar todo y estar acorde con todos los sistemas, hemos hecho un observatorio y comenzaremos con turismo provincial del Alto Valle de Río Negro y Neuquén, que nos va a permitir saber cómo podemos reaccionar frente a la venida de turismo», completó. Todavía resulta difícil poder abrir totalmente y la capital turística provincial lo sufre. Es que Bariloche es la tercera ciudad con más contagios en territorio rionegrino -detrás de Cipolletti y General Roca- con 534 casos activos de los 4490 totales, pero se abrió una posibilidad interesante.

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Además de miles de muertes y enfermos, el coronavirus está dejando una crisis económica a nivel global, y el golpe en las ciudades turísticas sigue siendo fuerte en tanto las fronteras continúan bajo estrictos controles para obstaculizar la circulación del virus, evitar el contagio masivo y el colapso de los sistemas de salud. «Siempre hemos tenido casos, pero el hospital y la salud pública estuvo robusta y acorde«, indicó el Intendente.

Y agregó: «Desde el 20 de marzo sacamos alrededor de 10 mil turistas de la ciudad y casi hasta agosto estuvimos sacando turistas extranjeros que se habían quedado acá. Lo venimos sobrellevando, tratando de abrir todas las actividades que se puedan para que la gente pueda tener una actividad económica. Pero sin turismo eso es medio como que sirve y no sirve».

Una gestión ordenada

El orden y la organización de la gestión le permitió a Gennuso hacer obras con recursos propios, equipar la Municipalidad, casi cuadriplicar la cantidad de maquinaria y cambiar el sistema de recolecciones por uno más moderno: «Nos propusimos empezar por las obras fundamentales de un Bariloche a 30 años. Una fue la planta depuradora porque teníamos una que estaba colapsada y cada tanto había escapes al Lago (Nahuel Huapi)».

El otro proyecto importante fue «volver a atraer gas a la ciudad porque teníamos miles de usuarios sin gas natural y en una ciudad de invierno eso es muy duro. Lo logramos con ayuda del Gobierno Nacional y la Secretaría de Energía. Desde ese momento estamos empeñados en hacer las instalaciones de gas a todos los sectores y lo vamos logrando para que todo el mundo tenga una provisión de energía, que sea más amigable y más barata que la leña».

Bariloche, «el mejor lugar del mundo»

En 1982 Gennuso viajó de La Plata a Bariloche con 22 años y un sueño, ser ingeniero nuclear. «Hubiera ido a cualquier lugar que tenga ingeniería nuclear, caí en el mejor lugar del mundo. A partir de ahí me enamoré de mi trabajo social aquí y cuando tuve oportunidades de hacer el doctorado en el exterior no fui, por mi pasión por el trabajo en Bariloche», contó el Intendente en diálogo con Noticias d.

Una vez que obtuvo su título, empezó a trabajar en la Comisión Nacional de Energía Atómica y buscó cómo retribuirle a la localidad la oportunidad de vivir en ella y gracias a un párroco amigo se acercó al trabajo social para ayudar a los sectores populares barilochenses. Así, crearon la fundación Gente Nueva con la que hicieron diez escuelas gratuitas con subvención del Estado, de todos los niveles educativos, en los barrios más carenciados: «A partir de ahí, hicimos un montón de proyectos barriales y en ese mismo camino, hice una empresa social que se dedicaba a llevar tecnología a los sectores más necesitados de la agricultura familiar».

La militancia social lo llevó a que en 2010 armara junto a un grupo de amigos el partido vecinalista Juntos Somos Bariloche, en 2015 fuera elegido Intendente y en 2019 reelecto, dentro del partido provincial que lidera el ex gobernador y senador nacional Alberto Weretilneck, Juntos Somos Río Negro, además de la actual mandataria Arabela Carreras.

«El discurso que había en la ciudad era que Bariloche era inviable, que no se podía sacar adelante. En 2015 recibimos una gestión muy compleja, con mucha deuda y muy desorganizada. Nosotros organizamos y nos propusimos cambiar esa historia siendo muy prolijos, cobrando lo que hay que cobrar, trabajando mucho con la gente y privilegiando siempre en obras a los sectores más necesitados», recordó.

Otra de las intervenciones de su gestión fue la creación, en base a ejemplos de otras ciudades turísticas del mundo, de una tasa al turismo que ronda un dólar por las primeras tres noches de estadía, con la que pudieron mejorar la infraestructura de los espacios públicos: «Bariloche tenía muy pocos paseos de calidad, hemos creado y mejorado muchos. Siempre la necesidad es muy grande y nuestra obsesión es que la gente tenga trabajo«.

«Hicimos mucho en la primera gestión para acrecentar el turismo, pero bueno, después vino la pandemia y todo lo que habíamos hecho, todos los ahorros que teníamos, se nos va yendo entre las manos”, se lamentó el jefe comunal, que ahora impulsa con expectativa las mencionadas iniciativas en busca de una ansiada recuperación.