Octavio Ibarra es tercera generación de intendentes de Oliva. Su padre y abuelo ocuparon el mismo puesto décadas atrás, por lo cual la gestión y la política no le son ajenas. En diálogo con Noticias d, contó cómo volcó ese bagaje a la hora de lidiar con la inédita crisis sanitaria. Además, remarcó la importancia de la solidaridad y de la cautela económica.

Luego de casi cuatro meses sin contagios de Covid-19, la ciudad cordobesa tuvo un brote en julio que logró amesetar en el último mes y tiene por estos días la situación controlada, con un total de 23 casos activos. «Administramos la gestión como así también la pandemia. Creo que vamos a ser recordados como los intendentes de la pandemia, aprendiendo todos los días, escuchando a la gente», comentó el jefe comunal.

El coronavirus afectó la salud y la economía de la población, tal como ocurrió en el resto del país y el Intendente se centró en el equilibrio fiscal. «Hemos tratado de ser muy cautelosos con la inversión de los fondos porque tuvimos una baja en la recaudación que ronda el 10%. Tuvimos que ser especialistas en la administración«, agregó Ibarra.

Gestionar la pandemia

Si bien la economía de Oliva depende mayormente de la actividad agrícola ganadera, el municipio es también uno de los grandes empleadores de la ciudad. Alrededor de un tercio de los trabajadores son empleados del municipio, ya sea en el hospital Vidal Abal, el hospital Zonal, las escuelas, la policía o en la propia municipalidad. La falta de trabajo que ya estaba presente en la etapa previa a la pandemia, es hoy aún más grave. En ese marco, el 20% de la población local vive de manera ajustada. «Como Intendente recibo todos los días a vecinos, por WhatsApp o en forma personal, que necesitan trabajo«, contó Ibarra en diálogo con Noticias d.

«Tenemos alrededor de 800 personas que cobran el IFE, en una población de 15 mil, y 350 personas que cobran la Tarjeta Alimentaria. Tenemos alrededor de 3 mil habitantes que viven al día«, sostuvo el Intendente y añadió que el Estado municipal impulsa un programa de empleo, para incentivar a las empresas locales a contratar nuevos trabajadores. «Hemos logrado aprobar el programa en el Concejo Deliberante y ya lo estamos instrumentando, para que arranque en enero, con la generación de 50 nuevos empleos y entrenamientos laborales», completó. Además, el municipio trabaja en la puesta en valor de los comercios locales.

En ese marco, a fines de marzo, cuando las medidas de aislamiento se hicieron imprescindibles para sostener la salud de la población, Ibarra donó dos meses de su sueldo para ayudar a quienes más lo necesitaban. «Creo que esto también se nutre de gestos y era necesario dar ese puntapié inicial para que el resto del equipo tomara nota y fuera solidario en un momento muy duro para la ciudad. Armamos un fondo destinado a alimentos para toda esa gente que vio aún más agravada su situación», sostuvo el dirigente.

Obra pública y medio ambiente

El jefe comunal explicó que en la actualidad la recaudación del municipio no alcanza para la ejecución de obras «ícono» y que están en gestión para implementar programas presentados por el Ministerio del Interior de la Nación y el de Vivienda y Hábitat, para la realización de obras públicas. «Como municipio del interior del interior, vivimos prácticamente de la recaudación propia más la coparticipación. Hoy por hoy, necesitamos de la recaudación para abonar sueldos», sostuvo.

El Intendente aseguró que este año pudieron realizar algunas obras de pavimentación y cordón cuneta que contaban con fondos de Nación, de la época del expresidente Mauricio Macri, y que el actual ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, siguió liberando para concluirlas. Y que además se ha trabajado mucho en materia ambiental.

«La política verde está por encima de todo y junto con lo sanitario son la vanguardia de este gobierno. Hemos trabajado en la adquisición de nuevas luces led para bajar el consumo, contribuimos al medio ambiente e incorporamos nuevos contenedores para reorganizar un basural grande a cielo abierto que tiene la ciudad», detalló el jefe comunal.

Sobre la política habitacional, remarcó que lleva a cabo un programa de viviendas y otro de refacción y ampliación. «Tenemos varios frentes abiertos vinculados al desarrollo, para que haya progreso, para que la gente quede en Oliva y pueda echar sus raíces acá en la localidad», afirmó.

Y por otro lado, en diálogo con Noticias d, Ibarra se mostró entusiasmado por el emprendimiento productivo del hospital psiquiátrico Emilio Abad, el más importante de la región, para integrarse con el resto de la ciudad.

Familia de intendentes

Tanto el padre como el abuelo del Intendente estuvieron al frente de la gestión en Oliva. Su padre José Humberto Ibarra fue el último jefe comunal radical del municipio, entre 1987 y 1991, hasta la llegada de Octavio, que logró imponerse el año pasado.

Ibarra destacó la importancia del legado familiar, y es que además la UCR recuperó la ciudad tras 32 años. «Es un caudal importantísimo el conocimiento que te pueden transmitir tus antecesores y más en estos tiempos, que son difíciles y necesitás referentes«, destacó.

«En situaciones extraordinarias, no cabe la palabra mezquindad, sino que tiene que ser sustituida por solidaridad», agregó el Intendente al tiempo que reconoció el esfuerzo de toda su familia «porque necesitás ese acompañamiento para ser un servidor público».