Si hablamos de familia de artistas la de María Flavia González Arias es un excelente ejemplo de ello. Su abuela fue docente, violinista, pintaba y dibujaba expertamente. Su padre, arquitecto además de gran dibujante y acuarelista. Incluso su hijo se convirtió en un talentoso diseñador industrial y es un excelente renderista y dibujante. 

El talento se transmite y se fomenta. Flavia es arquitecta egresada en la Universidad Nacional de Mar del Plata. Nació en Santa Cruz y sus primeros contactos con el dibujo se remontan a su infancia en el sur. “El dibujo fue un juego y un entretenimiento obligado por las condiciones climáticas difíciles del sur que obligaban a permanecer en los hogares por el frío, el viento y las nevadas intensas”. 

«Aprendí a dibujar imitando a mi papá. Y mi mamá me incentivó aprovisionándome de papel, lápices de colores y pidiéndome ayuda (ella decía que no sabía dibujar) para hacer las ilustraciones para el libro de actos de la escuela (ella era maestra de primaria). Esos fueron mis primeros “encargos” de trabajo», recuerda Flavia. 

«Me gustaban los libros de cuentos y las ilustraciones, y fui encontrando en forma intuitiva la manera de expresarme a través del dibujo. No tuve una formación disciplinar, fue totalmente experimental».

El primer encuentro real con las técnicas de dibujo lo tuvo cuando inició la carrera de arquitectura y pudo entonces experimentar con herramientas y soportes variados. «Los arquitectos que nos formamos antes de la llegada de AutoCad teníamos la práctica de desarrollar documentaciones y la presentación de proyectos en las técnicas más variadas, sobre soportes de papel en distintos espesores. Y el uso de las lapiceras estilográficas era incluso una cuestión artística. Esta formación fue la que me definió en el “mood”, mi manera de representar espacios y objetos a través de la tinta, en blanco y negro”. 

En ese entonces, fue invitada a trabajar como docente alumna mientras desarrollaba la carrera. Una vez graduada ingresó formalmente a la docencia en la facultad cuando ganó dos cargos por concurso como docente auxiliar en la asignatura Comunicación Visual, para los alumnos de 1er año de arquitectura.

Inspirada en la naturaleza, Flavia comenzó a crear una serie de dibujos de aves patagónicas y otras especies de animales exacerbando el uso de la tinta negra sobre fondo blanco y la exageración del grafismo. “Esa impronta gestual, hoy es mi sello, mi marca personal, lo que define mis dibujos”. 

Fue Luciano, su hijo, quien le sugirió que hiciera retratos de mascotas, con una visión más comercial del arte. El primer retrato fue de “Jack”, su mascota perruna, cuando era un cachorro. 

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