En el vasto territorio argentino, un tesoro natural espera ser explorado por los aventureros y amantes de la naturaleza: las Dunas de Tatón. Situadas en la localidad de Tinogasta, provincia de Catamarca, este mar de dunas abarca una extensión de 103 kilómetros cuadrados, rodeado por majestuosos cerros que crean un paisaje de ensueño a gran altura sobre el nivel del mar.

Estas dunas, bautizadas en honor a su descubridor Federico Kribus, quien le otorgó su nombre a la duna más alta del mundo con 1,230 metros de altura, se han convertido en un destino imperdible para los turistas ávidos de experiencias únicas y aventuras inolvidables.

El sandboard, deporte que consiste en deslizarse sobre la arena con una tabla, encuentra en las Dunas de Tatón su paraíso ideal. Los viajeros pueden disfrutar de esta emocionante actividad mientras se deleitan con la espectacular vista que ofrece este paisaje de dunas doradas.

Para aquellos que deseen explorar este asombroso lugar, se recomienda contratar excursiones guiadas en camionetas 4×4, especialmente diseñadas para recorrer terrenos desafiantes y llegar a lugares remotos. Durante años, las Dunas de Tatón han sido parte del famoso Rally Dakar, atrayendo la atención de entusiastas del automovilismo y aventureros de todo el mundo.

El acceso a las Dunas de Tatón está disponible durante todo el año, si bien es importante tener precaución durante los meses de verano debido a las altas temperaturas. Se puede llegar en vehículos particulares, pero la mejor opción es unirse a una excursión organizada que garantice una experiencia segura y completa.

El camino hacia este paraíso de arena comienza en el pintoresco pueblo de Tatón, ubicado a 280 kilómetros de la capital provincial, San Fernando del Valle de Catamarca. Desde Fiambalá, se toma la Ruta Provincial 34 y se atraviesan las encantadoras localidades de Saujil y Medanitos antes de llegar a este destino único en su clase.

Las Dunas de Tatón aguardan a aquellos que buscan sumergirse en la majestuosidad de la naturaleza, explorar terrenos salvajes y vivir aventuras que perdurarán en sus recuerdos para siempre. En el corazón del Norte Argentino, esta joya natural espera ser descubierta y admirada por todos los que buscan la belleza en estado puro.