El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Fernando Mattos, admitió que el avance de los sistemas de irrigación a nivel territorial «es considerablemente más lento de lo anticipado» mientras su cartera se prepara para un nuevo efecto del fenómeno La Niña, al tiempo que se desvanece El Niño.

En una entrevista con radio Sarandí, el funcionario afirmó este jueves que «durante este período de gobierno se progresó significativamente» en cuanto a irrigación, pero que «el ritmo de expansión de sistemas de irrigación incorporados a la producción» no alcanzó las expectativas, a pesar de haber agregado «aproximadamente 30.000 hectáreas de sistemas de irrigación», un incremento cercano al 10%.

«En mi opinión, ese aumento podría ser considerablemente mayor», expresó el ministro después de confirmar que la prolongada sequía experimentada por Uruguay entre 2022 y 2023 debido al fenómeno de La Niña le ocasionó al país pérdidas superiores a los 1.800 millones de dólares, y la situación de emergencia aún afecta al sector hortofrutícola debido a los daños causados por el viento.

Por otro lado, se anticipa que la transición del fenómeno El Niño, que actualmente se encuentra en su fase final, a La Niña, se produzca de manera repentina, según indicaron especialistas de la región.

Se espera que La Niña, que podría surgir en los próximos meses, traiga consigo fluctuaciones en los patrones de precipitaciones y sequías, así como una temporada intensa de huracanes en otras regiones del mundo, según técnicos pertenecientes a un panel especializado de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Estos expertos coincidieron en que las transiciones entre ambos fenómenos, que solían ocurrir en décadas pasadas, ya no tienen lugar, lo que acorta los plazos para que las comunidades actualmente afectadas por El Niño puedan recuperarse rápidamente.