La Cooperativa de Trabajo Metalúrgica Llavallol (Cotramel, empresa recuperada de la ex Canale) conquistó un nuevo hito en su historia: el Juzgado de Primera Instancia en lo Comercial de San Fernando del Valle Catamarca aceptó la propuesta de los trabajadores de adquisición del establecimiento de Lomas de Zamora donde funciona la fábrica y sus bienes, a cambio de las indemnizaciones y salarios adeudados por los empresarios que la quebraron en 2018.

«Ahora pasamos a ser dueños, ya no nos saca nadie«, le dijo a la Agencia ANSOL Nicolas Macchi, presidente de Cotramel, la recuperada que produce envases de metal de dulce de batata, membrillo y demás alimentos, entre otros rubros.

Si bien los problemas en la ex Canale habían comenzado en el año 2010, fue recién en 2015 cuando la situación se agravó, llegando a un 2018 de crisis, con el envío de 86 telegramas de despido. Sin embargo, muchos de ellos decidieron quedarse y luchar: tomaron la planta y en 2019 conformaron una cooperativa. Hoy, sus trabajadores han logrado recuperar 40 de los puestos de empleo originales y sumaron 8 más, contó Macchi.

Cotramel, dueño de su fábrica recuperada

Sobre la resolución de la Justicia, el presidente de Cotramel aseguró: «Somos dueños de la mitad de la fábrica; es decir, bienes, edificio y las máquinas». Llegaron a este acuerdo porque aceptaron adquirir la planta a cambio de «los créditos laborales; es decir, las indemnizaciones que no nos pagaron en su momento«.

Macchi explicó que «un privado se quedará con la otra mitad del predio y con ese dinero se les pagará a los compañeros que no entraron a la cooperativa y se les debían también las indemnizaciones«.

La conquista de Cotramel es para el sector industrial una brisa de aire en medio del ahogamiento. «Esto es muy importante en este contexto, porque no sabemos qué va a pasar en el país. Hay un parate general muy grande en la industria, donde los sectores como el nuestro son muy sensibles. No nos sobra nada, por lo que podemos ser muy golpeados por la crisis», dijo Macchi.

Es que la producción de las latas necesita que le vaya bien a la industria de la pintura, con la que se decoran las latas, pero también a la alimenticia, con la que se llenan los envases. Sin eso, las latas de Cotramel no tendrían sentido. A pesar de esto, los cooperativistas trabajarán con más tranquilidad: «Esto nos da la previsibilidad de que vamos a permanecer acá, pase lo que pase».