El cáncer sana: el voluntariado que trabaja en el acompañamiento de pacientes oncológicas

La iniciativa surgió en 2018 y cuenta con voluntarias que trabajan incansablemente aún en el contexto actual.

En el mes de la lucha contra el cáncer de mama, el voluntariado “El cáncer sana”, continúa trabajando en el acompañamiento de pacientes oncológicas. La pandemia no fue un impedimento para que este grupo de voluntarias continúen apoyando de diversas maneras a quienes transitan la enfermedad.

En diálogo con Noticias d, la fundadora del voluntariado Belén Gorbalán nos cuenta cómo nació este proyecto, el trabajo que realizan y cuáles son los proyectos a futuro.

Fotografía: Leo Cuevas.
¿Cómo surgió la idea del voluntariado?

-La idea surgió después de que me enfermé y sentí la necesidad de ponerme en contacto con otras personas que estuvieran pasando por lo mismo que yo. El Cáncer Sana nació para sanarme a mí misma. Siempre buscamos relacionar la enfermedad con el arte, que es algo a lo que la gente se acercar.

Al principio teníamos el desafío de pensar cómo acercábamos el tema a la comunidad. Existía la opción de que la gente no quisiera hablar de cáncer ya sea por ignorancia, por miedo o por un montón de factores.

El combo entonces fue mi necesidad de relacionarme con otras pacientes y, a su vez, relacionarlo con el arte para que la comunidad toda se relacionara con el tema. Siempre con el fin único de generar conciencia.

¿Cómo realizan el acompañamiento a las pacientes?

-El acompañamiento lo realizamos de la manera que podemos y en la medida que la paciente se deje acompañar. Hay distintos casos: está la paciente que cuando se entera del diagnóstico se cierra y no quiere hablar del tema. Se limita a hacer su cirugía, su tratamiento y después desaparece y la gente casi ni se entera de que estuvo mal. Es una paciente que no se abre al grupo.

Por otro lado, está la paciente que cuando se entera del diagnóstico estalla de alguna manera y necesita ayuda y acompañamiento, no solo de su entorno sino también de personas que hayan pasado por lo mismo. Al hablar con otras personas que pasaron por lo mismo se empiezan a entender, hablan el mismo idioma. Sobre todo, porque la que ya pasó por ese momento, conoce del tema.

Entonces la que recién se enfrenta, se anima a preguntarle cosas que quizás no se anima a preguntarle al médico. Además, la que ya lo pasó lo explica con otros términos que no son los científicos. Entonces las que recién empiezan se sienten más contenidas.

¿De qué manera acompañan a quienes enfrentan la enfermedad?

-Acompañamos de varias maneras. A la paciente que va a cirugía le regalamos una almohadita con forma de mariposa que se coloca debajo del brazo. Cuando recién salen del quirófano y van a dormir les calma un poco el dolor porque, lógicamente, en la zona del pecho y abajo del brazo es donde más duele.

Eso lo hacemos en base a donaciones de la gente. Donaciones que pedimos a través de la página. Luego, lo confeccionamos en el taller y lo regalamos. En el contexto de pandemia, además de la almohadita le sumamos un tapaboca.

En cuanto al acompañamiento, por ejemplo, si hay una persona que está sola, la acompañamos al momento de la internación y la ayudamos con la burocracia de las obras sociales.

Fotografía: Silvio Bruno.

Si alguna paciente hace quimioterapia y tiene algún problema con la pérdida del cabello y decide que quiere utilizar una peluca, nosotros también recibimos donaciones de cabello y los materiales que se necesitan para hacerlas. Momentáneamente por la pandemia no pudimos formar el taller que las iba a confeccionar. Por lo tanto, las sigue haciendo Doná Cabello Argentina que está en Baradero y nosotros le proveemos los materiales.

Entonces si una paciente de acá necesita una peluca nosotros no tenemos más que pedirla y Baradero la envía. Antes de pedirla se coordina con la paciente para ver qué es lo que busca, de qué color, de qué forma y demás. Se le da a elegir a la paciente entre varias opciones y esa peluca viaja a San Nicolás y todo eso lo costeamos nosotros.

¿Qué tipo de donaciones reciben y cómo las utilizan?

Nunca pedimos dinero como donación, eso siempre lo tuvimos como premisa. Pero con el tema de la pandemia las donaciones se achicaron un poco y los gastos se hicieron bastante mayores. Entonces lo que hicimos fue armar una pequeña tienda online donde vendemos las cosas donadas. Gracias a eso, logramos tener algo de dinero que nos permite costear los gastos.

Cuando comenzó la pandemia no nos pudimos reunir más así que cada una trabaja en algo desde su casa, pero no dejamos de trabajar nunca, sólo la primera semana de la cuarentena. Luego seguimos trabajando siempre porque las cirugías nunca pararon y el acompañamiento tampoco.

¿Realizan algún tipo de eventos para acercarse a la comunidad?

Realizamos muchos eventos desde que comenzamos con este proyecto. El primero que hicimos fue el 19 de octubre del 2018 en el auditorio municipal. Constó de una muestra de fotos artísticas realizadas a pacientes reales con las cuales hicimos un calendario. Y también dos charlas, una de Gustavo Garnica y otra del Cirujano oncoplástico.

El segundo año hicimos el documental Marcas en el pecho, donde 5 pacientes contaron todo el camino que realizan desde el diagnóstico, la cirugía, la quimio, los rayos. Ellas contaron su experiencia y los doctores explicaron lo mismo desde lo científico. También hicimos un corto que fue el principio del documental.

.¿Qué proyectos tienen a futuro? ¿Cuál es el próximo objetivo?

-A partir de ahora el objetivo es recuperar LALCEC, que está cerrado desde marzo. Ahí adentro tienen el único mamógrafo para pacientes sin obra social y el porcentaje de pacientes oncológicas sin obra social es muy alto. Si bien el Hospital le puede brindar la atención de un cirujano u oncólogo, no puede brindarle el estudio fundamental que es la mamografía en estos casos, porque tiene el mamógrafo roto.

El único que sigue funcionando y es gratuito es el de LALCEC y está sin funcionar y secuestrado. Digo secuestrado porque es una donación de la comunidad, por lo tanto, debería estar funcionando. La casa donde está LALCEC también es una donación de la comunidad para la lucha contra el cáncer, por lo tanto, debería estar abierto.

Lo que pasa es que la comisión directiva que tiene LALCEC es de señoras grandes que están aisladas por supuesto, por ser personas de riesgo. Pero no tienen la grandeza que deberían tener en estos casos de decir: ¡Bueno, gente! Nosotros no podemos continuar con la tarea. Vamos a delegar nuestra misión en gente más joven que pueda seguir adelante y que esta casa se pueda volver a abrir y pueda seguir funcionando.

En LALCEC no sólo hay un mamógrafo. Iba un mastólogo, un ginécologo, un dentista por el cáncer bucal, una dermatóloga por el cáncer de piel. Se hacen un montón de campañas y todo eso está frenado por la pandemia. Hay que ocuparse de lo urgente pero también de lo importante y la verdad que el covid nos tiene mal a todos, pero la gente se sigue muriendo de cáncer.

Contenido provisto por: Lucas Giménez