Cualquier momento del año es un buen momento para hacer turismo en Buenos Aires. Hay una gran variedad de oferta a distancias relativamente cortas. Las vacaciones de invierno pueden ofrecer un marco ideal para conocerlas. En este artículo, algunas opciones que no fallan.

Un cordero en Cucullú, un asado en Carlos Keen, un variadito de platos salados para picar en Cortines. El turismo rural es una gran opción para el invierno; sobre todo, si se busca tranquilidad y buena comida. San Andrés de Giles y Luján son dos opciones clásicas para escapar el fin de semana a degustar las delicias de la gastronomía típica y disfrutar del aire de campo en territorio bonaerense.

Hay también buenas opciones quienes prefieran paseos familiares. Caminatas por la República de Los Niños en La Plata, en bicicleta por la Estación Provincial Meridiano V. Se puede también aventurar a conocer el microcosmos natural con lupa en el Parque Municipal de Lobos y también hacer visitas guiadas con guardafaunas en la Reserva Los Robles en La reja, Moreno.

Otros lugares destacados son San Clemente del Tuyú, donde se puede disfrutar de las termas marinas, en un enorme parque termal. También están los paisajes de Sierra de la Ventana o las termas del Carhué. Para disfrutar de una imponente arquitectura colonial, se recomienda San Antonio de Areco.

Para quienes estén en la zona del AMBA y no deseen alejarse demasiado, se puede pensar en una tarde en el mercado de frutos del Tigre, una visita histórica a la Isla Martín García o parar en alguna estancia del tercer cordón y andar a caballo.

Para un turismo en Buenos Aires más osado, tanto Lobos como Mercedes o Chascomús ofrecen la posibilidad de hacer turismo aéreo de primera mano y lanzarte desde 3 mil metros de altura en paracaídas.

Para probar suerte o buscar por lugares específicos, la Provincia ofrece una web didáctica donde uno filtra por tipo de actividad, lugar o categoría.