Al principio sufrió el rechazo de no poder vender. Elías, angustiado, casi decide abandonar. Sus papás lo consolaron y le dieron consejos: al otro día volvió más emocionado y pudo vender sus licuados.

La familia de Elías está conformada por sus papás y su pequeño hermano Eliseo. Trabajan en un local de aberturas de aluminio y también venden muebles. “Es un niño muy inteligente, le gustan mucho los deportes va a natación, fútbol y karate. Es muy activo y entusiasta a la hora de hacer algo. Nos ayuda en las tareas diarias, arregla su cama, barre y si estamos haciendo algo viene y nos pregunta si nos puede ayudar”, contó Denis en diálogo con Noticias D. 

Elías tuvo la idea de «vender algo» para poder tener su propia plata. La ocurrencia original era vender pizzas y poder abrir una pizzería, pero como su familia trabaja todo el día no tenían tiempo para realizarlo. Yamila, la mamá, tuvo otra idea: hacer licuados en su casa.

El pequeño sueña con poder comprarse una tablet con el dinero ahorrado, ya que para el día del niño pasado sus papás no pudieron regalársela. “Como papás queremos que quede claro que él decidió que quería vender algo, nosotros en ningún momento le dijimos que lo hiciera. Y cómo fue su idea decidimos apoyarlo», expresó Denis.

Y concluyó: «Desde chiquito le enseñamos que para poder comprarse algo hay que tener plata y para tener plata hay que trabajar. No queremos que piensen que nosotros lo mandamos a vender”.