El ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Waldo Wolff, ha atribuido al Gobierno nacional la responsabilidad por la crisis local desencadenada por la constante fuga de presos de comisarías y alcaidías de la Policía de la Ciudad.

En la actualidad, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) cuenta con 70 comisarías y 34 alcaidías con capacidad para albergar aproximadamente a 1.000 reclusos, sin embargo, se encuentran alojadas unas 2.200 personas.

Desde el inicio de la pandemia, el Gobierno de la Ciudad ha exigido un mayor flujo en el traslado de detenidos al Servicio Penitenciario Federal (SPF), debido a que los presos deben responder por delitos federales y, por ende, requieren una ubicación específica.

Además, se ha informado que desde el inicio de la nueva gestión, la cantidad de arrestos ha aumentado en un 20%, en el contexto de delitos y contravenciones.

«La solución es política. Es necesario que se lleven a los presos. El Gobierno nacional debe tomar conciencia de que debe hacerse cargo de esta situación y retrotraerla rápidamente a niveles y parámetros de seguridad estándar», señaló el funcionario.

«Es necesario sacarlos de la Ciudad de Buenos Aires. Legalmente, no corresponde a nuestra jurisdicción. Los delitos no están dentro del ámbito de competencia de la ciudad. La ciudad tiene transferido el 20% de los delitos penales. El resto es juzgado por la justicia nacional», explicó Wolff.

El ministro detalló además: «Nosotros los detenemos, son juzgados en el ámbito federal, y luego son devueltos a la ciudad en un lugar que no está habilitado, lo cual no corresponde. No existe un plazo establecido en la ley. Una alcaidía o celda de una comisaría solo debe tener a alguien detenido durante 24 horas, hasta que el juez decida si queda detenido o no. Actualmente, tenemos habilitada la Ciudad de Buenos Aires para 1.000 detenidos, 700 en alcaidías y 400 en comisarías. Sin embargo, hoy tenemos el doble, con 2.200 presos».

«De esos 2.200 presos, el 20% está condenado. No están en prisión preventiva. Por ejemplo, el preso que inició la fuga en San Telmo, que fue el caso más difundido, tenía una condena de 6 años de prisión», añadió.

Wolff también destacó que «el año pasado hubo 40 fugas en la ciudad de Buenos Aires, pero no fue noticia. Hoy en día, estamos enfrentando la misma cantidad de fugas, pero con una mayor población carcelaria».

El último incidente se registró este lunes, cuando dos presos con arresto preventivo escaparon de la alcaidía de la Comisaría Vecinal 12 C en el barrio de Villa Urquiza. Este incidente se suma a otros recientes, como la fuga de nueve presos en San Telmo, cuatro en Lavalle y Pueyrredón, y cuatro en Caballito.