Fundación Arbolar Espacio Vivo es una fundación dedicada a la educación, que desde 2014 opera en la ciudad entrerriana de Colón. Una de sus fundadoras, Gisela M. Righelato, contó la experiencia a Noticiasd: «En este momento, transitan 30 niñ@s y jóvenes, de entre 3 y 13 años».

«Abrimos las puertas en 2014 y nos constituimos como fundación en 2015. En 2019, la Fundación fue nombrada Embajada de Paz, por las acciones que realizamos a diario con infancias, juventudes y adult@s», contó Gisela y agregó: «Funcionamos como Centro cultural autogestivo comunitario y Punto de Cultura. L@s fundador@s somos M. Cecilia Lemos, R. Martin Ponce y yo«.

«En búsqueda de transitar formas renovadas de acompañar los procesos educativos de las infancias inspirándonos en nuestros hij@s, habiendo hecho un tránsito formativo en distintas líneas pedagógicas y dejando de delegar nuestra necesidad como docentes, como madres y padre al Estado, creamos un proyecto de Educación Viva Permacultural de manera colectiva y cooperativa«, explicó Gisela.

Las jornadas son de lunes a jueves «para vivenciar su experiencia de educación viva y libre, en espacios preparados para su desenvolvimiento y nutrición, generando encuentros y experiencias en todos los aspectos de desarrollo del ser humano de manera amable, cuidada y respetando los tiempos y necesidades de cada un@».

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Gisela profundizó: «Arbolar hoy se encuentra enraizado, impulsándonos a replantear todos los paradigmas de la vida, buscando la coherencia con lo que buscamos respirar con los seres que crecen«. De esta forma, «surgieron distintos pilares que atraviesan naturalmente como contenidos a disposición de manera natural al espacio educativo, cuyo corazón son las niñeces y jóvenes y se irradia a las personas adultas».

Esos pilares involucran: «educación, conservación de la flora y la fauna, soberania alimentaria, construcción natural y energías renovables, salud integral, gestamos un ecobarrio, desarrollamos un pilar de talleres que habilita que todos los anteriores se abran a la comunidad«.

Para Gisela, es central el concepto de explorar «otras maneras de aprender como seres integrales«, en vinculación directa con la naturaleza, «sabiéndonos parte de ella y ella parte nuestra«. En este momento, «estamos respirando en lo social, acompañando causas que propulsen los derechos humanos, cuiden el medio ambiente, replantean el respeto y la validación por la diversidad de género».

La estructura de Arbolar «es circular, no jerárquica; las decisiones se toman por consenso«. Sobre ese aspecto, la fundadora explicó: «Tenemos distintos anillos de implicancia, un núcleo de creación y operativo. Las personas que portan los distintos pilares, quienes vienen a participar de distintos talleres según la temática que les interese, las familias de l@s niñ@s y jóvenes del espacio educativo. Todas las personas se ven involucradas de distintas formas y en diferentes niveles, con esta creación colectiva. La presencia de cada un@ es basal para que esta experiencia pueda suceder«.

Los adultos, por su parte, «transitan las actividades los lunes (taller de huerta agroecológica) y los fines de semana, en las distintas actividades que se proponen». Arbolar se encuentra en la zona rural, por lo cual es un centro que recibe a personas de la zona del ejido y alrededores.

«Somos una creación colectiva Permacultural, que promueve la cultura de paz entre las personas y todos los seres vivos y la tierra. Elegimos ser creadoras/es de la realidad que queremos vivir. No generamos diferencias, creemos que todos los seres son perfectos y valiosos reconociendo a cada un@ por lo que ya trae«, finalizó Gisela.