Cientos de mendocinos despidieron los restos de Santiago García, el Morro. Su cuerpo fue trasladado este lunes a Uruguay en medio de las lágrimas de las personas que participaron del cortejo fúnebre, de aquellos que se aglomeraron en el estadio Feliciano Gambarte y los que esperaron en el costado de la ruta sin que importara la lluvia incesante que hubo sobre Mendoza desde el domingo.

El Morro falleció en la madrugada del jueves. Se disparó en su departamento mientras atravesaba un cuadro de depresión y se encontraba bajo tratamiento psiquiátrico. Su cuerpo recién fue encontrado el sábado.

Goleador histórico de Godoy Cruz e ídolo, el delantero había sido separado del plantel por orden de la dirigencia tombina con la que estaba enfrentado hace tiempo.

Sin poder entrenar junto a sus compañeros, sin poder ver a su familia hace un año por la pandemia y con otras crisis personales, el Morro tomó la trágica decisión que dejó de luto al fútbol argentino y a los hinchas del Tomba con el corazón destrozado.

Ahora vendrán los homenajes y los pedidos de prestarle atención a la salud mental. En unas semanas la pelota volverá a rodar y será el turno de ver si esas palabras tuvieron efectos o cayeron en un saco vacío. Lo único concreto es que el Morro ya no está y es una pena que cala muy hondo.