Santiago García ya no está en Mendoza. Y con él se llevó un pedacito de los corazones de los hinchas de Godoy Cruz. La vigilia ‘tombina’ comenzó el sábado por la mañana, cuando empezó a retumbar, como cañonazo repentino, la triste noticia que conmovió a todo el fútbol argentino y que traspasó las fronteras de nuestro país.

El “Morro” era muy querido en el ambiente del fútbol. Tipo genuino, cálido, siempre con una sonrisa, que dejó una marca tanto en Argentina, como también en Uruguay, su país natal, donde lo adoran luego de su paso por Nacional, club donde debutó y empezó su carrera.

Este último sábado se supo que Santiago decidió de manera drástica terminar con el sufrimiento que lo venía sofocando desde hacía varios meses. Ni la fama, ni el dinero, ni siquiera el cariño incondicional del hincha de Godoy Cruz pudo salvarlo y evitar el trágico final.

A pesar del dolor, el hincha decidió acompañar al ídolo en su momento más difícil, el momento final. Horas y horas de espera, de acompañarlo a él y a su familia en los momentos más duros de sus vidas.

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El velorio del Morro tuvo que ser en una sala velatoria del departamento de Maipú porque la dirigencia del Club Godoy Cruz no quiso despedir al ídolo en la propia institución.

En la ciudad vecina se vio una muestra más de cariño hacia aquel jugador incondicional, que dejó todo en el Club, hasta su propia vida. El lunes, desde media mañana, el pueblo tombino empezó a congregarse en distintos puntos para la caravana final, para acompañar hasta último momento a Santiago García. Cientos de hinchas se concentraron en un conocido hotel de Maipú, esperando saber cuándo podrían acompañar a su ídolo.

Banderas, camisetas, pancartas. Abrazos, llantos y cantos hacían más tolerable la espera para las cientos de personas que esperaban bajo la lluvia constante de la jornada de ayer. Como si el clima también entendiera lo que pasaba y se pusiera a tono con las emociones reinantes.

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Por fin, alrededor de las cuatro de la tarde, dan la voz de aviso que la caravana iba a comenzar, los hinchas se trasladaron rápidamente formando un cordón de cientos y cientos de autos sobre la Calle Paso de Maipú, preparados, como guardias, para escoltar el emblema en el último viaje.

Cuando la comitiva comenzó su andar, en medio de innumerables muestras de cariño para el ídolo y su familia, la lluvia se hizo más intensa, sin dudas el cielo también lloraba por el “Morro”.

Desde Maipú hasta calle Balcarce, en la puerta de la Sede Social de Godoy Cruz, la comitiva se paró por los miles de tombinos y tombinas que coparon la calle y le cantaban por última vez al querido “Morro”. Las escenas de llanto y desconsuelo mostraban a las claras lo que la gente
sentía, no sólo por el jugador, si no también por el Santiago persona.

El aeropuerto provincial era la última escala del guerrero, antes de emprender su viaje a su tierra natal junto a su familia para poder, por fin, encontrar paz.

El “Morro” llegó a Mendoza y rápidamente el hincha lo adoptó como uno más. Logró que todos los futboleros argentinos hincharan por el ‘Tomba’; él llevó a Godoy Cruz a Copas Internacionales, fue parte de la última gran campaña del Expreso en Primera División y es su máximo goleador histórico en la categoría.

El “Morro” García se fue y se transformó en leyenda. Después habrá tiempo para analizar todas las aristas que lo llevaron a este fin, definir si hubo responsabilidades y tomar las medidas necesarias para atender una problemática que afecta a muchas personas cuya profesión es ser futbolista, y así evitar que estas trágicas situaciones se repitan.

El legado de García en Godoy Cruz es enorme, sus goles se seguirán gritando, su nombre seguirá siendo recordado por siempre, su sonrisa quedará grabada a fuego en los hinchas de Godoy Cruz y su prematura partida ojalá sirva para. El Morro es eterno.