5 ejercicios de meditación para hacer en casa

Seguí paso a paso esta rutina para atravesar la cuarentena con tranquilidad.

La pandemia tiene a la gran mayoría de las personas preocupadas. La cuarentena obligatoria está teniendo un gran éxito en Godoy Cruz, pero muchas personas la viven con estrés.

La meditación sirve para conectarse con uno mismo y salir de la rutina diaria. Ayuda a relajar el cuerpo y la mente.

Es por eso que desde Noticias «d» recomendamos una rutina de meditación para poder relajarse y seguir adelante con el aislamiento social.

5 ejercicios de meditación para hacer en casa

Meditación estática

Un ejercicio simple. Hay que cerrar los ojos y concentrarse en la respiración. Una vez relajados, centrarse en el primer pensamiento o imagen que venga a la mente.

A partir de entonces, reflexionar sobre esa imagen: ¿qué es?, ¿por qué pensé en ello?, ¿por qué es útil?

Cuenta atrás

Es de gran utilidad para mejorar la concentración. Con los ojos cerrados y en una posición relajada, se hace una cuenta atrás mental y lentamente. Debe ser un número alto, 50 o incluso 100. Llevar la cuenta hacia el 0, hasta que la mente esté concentrada sólo en eso.

Reconocimiento del cuerpo

Esta técnica se basa en el repaso de las regiones del cuerpo. Hay que encontrar una posición cómoda y relajada. Cerrar entonces los ojos y poner la mente en blanco.

En este estado, hay que recorrer con la mente cada parte del cuerpo y reconocer cada sensación y tacto.

Mente en pausa

Este ejercicio se basa en concentrarse en la respiración durante treinta segundos. Debe inhalarse y exhalarse profundamente. 

Una vez concentrados, la atención irá a la situación que estamos viviendo. Así, nos ayudaremos, desde la calma, a proponernos objetivos para tomar decisiones y a afrontar la situación de estrés.

Visualización

Este ejercicio se basa en la visualización de objetivos. Se puede hacer sentado, acostado o incluso de pie. Con ojos cerrados y concentrados en la respiración, se plantea la definición de un objetivo a futuro. 

Una vez fijado el objetivo, hay que plantearse si es realmente algo que uno desea o una imposición. Si es algo deseado, se reforzará la voluntad y se pensará en mecanismos para alcanzar dicho objetivo.