“Debemos educar a los pacientes con diabetes por su bien”

En el Día Mundial de la Diabetes, una destacada enfermera de Godoy Cruz contó cómo se vive y trata esta enfermedad tan presente en la sociedad.

La diabetes es una de las enfermedades en las que el sistema de salud más tiempo debe invertir debido a la rebeldía de sus pacientes y las consecuencias drásticas que tiene en el cuerpo si no se la trata como se debe. Es por esto que en el Día Mundial de esta enfermedad se hizo especial foco en el rol indispensable que ocupan los enfermeros en la vida de estos pacientes.

Los enfermeros siempre han sido la pata fundamental para que el área de salud de cualquier país funcione correctamente, no solo por su conocimiento y horas de servicio, sino por el apoyo fundamental e imprescindible que juegan en el cambio de actitud y voluntad de los pacientes.

Es por esto que desde la Organización Mundial de Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) decidieron que el lema de este año fuera: “Diabetes: el personal de enfermería marca la diferencia”.

Según señaló la OPS es fundamental “destacar el papel que desempeñan estos profesionales en el apoyo a las personas que viven con diabetes. Aproximadamente 62 millones de personas viven con diabetes tipo 2 en las Américas y reciben atención de los profesionales de enfermería. Ellos pueden marcar la diferencia para las personas afectadas por la diabetes, para ayudar a las personas a controlar su enfermedad y prevenir complicaciones debido a la diabetes”.

Una de estos profesionales que marca la diferencia y que recibe elogios por parte de sus pacientes es Eli Conti, jefa de Enfermería del tercer piso de la clínica Santa Clara, de Godoy Cruz. Esta mamá godoicruceña de una nena de 2 años y esposa de un dentista tiene muy claro el papel fundamental que juega desde su lugar en la vida de sus pacientes, en particular de los diabéticos.

“Generalmente, cuando atendemos personas con enfermedades de base los tenemos que educar desde el primer día y hasta el último que los veamos, mucho más cuando el nivel de su estadío es bajo porque las personas no toman conciencia de la importancia que tiene el cuidado diario. Y, en estos casos, los enfermeros cumplimos el papel de educadores tanto en el paciente como con su familia”, comenzó contando Conti a Noticias d.

A la derecha, Eli Conti junto a una colega.

La enfermera de 27 años que se ganó un lugar en el corazón de sus pacientes y compañeros señaló que los más rebeldes son los que descubren la diabetes desde los 30 años en adelante, ya que “es muy complicado hacerles entender que deben modificar sus hábitos alimenticios porque no aceptan la enfermedad y se confían de que disponen de medicamentos que los pueden ayudar”.

Además de los jóvenes adultos, los jubilados son otro grupo etario que le cuesta seguir las indicaciones de los profesionales. “Los adultos mayores son los más rebeldes porque no entienden el tratamiento y ni la diabetes. En estos y todos los casos de esta enfermedad es fundamental el acompañamiento de los familiares, para que los controlen y sean nuestros aliados. Es por ello que cuando tratamos a una persona con diabetes también citamos a las personas más cercanas de su entorno”, agregó Conti.

Enfermeros: pata fundamental para los médicos y confidentes de los pacientes

Algunas personas suelen sentir temor del encuentro con el médico o al tener que asumir que no siguieron el tratamiento, incluso vergüenza por olvidar las indicaciones médicas. Es aquí donde el rol de los enfermeros es indispensable y un enlace para que el paciente no se desanime y encuentre una solución.

“Nosotros somos los que más escuchamos a los pacientes. Ellos muchas veces sienten más confianza con nosotros que con el médico, porque saben que nosotros los vamos a escuchar y tratar de guiar. Un ejemplo es cuando se olvidan cómo y cuándo tomar un remedio o cuáles son los pasos del tratamiento que debe realizar. Lo mismo sucede con los médicos, ellos se centran mucho en lo que los enfermeros les decimos porque pasamos mucho tiempo con los pacientes, charlamos, escuchamos sus dolencias o preocupaciones”, indicó Conti.

Ante esta situación, Eli señaló que la escucha es tan importante como el medicamento, ya que es la única forma de poder ayudarlos mejor y saber qué es lo que realmente necesitan. En cuento a los controles, concluyó que es menester que los personas con diabetes se cuiden y adopten hábitos saludables sino las consecuencias son altísimas.

En Mendoza, el centro de Diabetes del Ministerio de Salud se encuentra en calle Cnel. Rodríguez 1209, de Ciudad, cuenta con la siguiente línea telefónica (0261) 420-2538 y el mail [email protected].

Contenido provisto por: Emilia Agüero