Puede generar un daño grave en el cuerpo e incluso la muerte: ¿cómo podemos prevenirla?
El monóxido de carbono es un gas tóxico que no se puede ver ni oler. Está provocado por el mal funcionamiento de aparatos que funcionan a gas y su inhalación puede causar daños graves en el cuerpo e incluso la muerte.
El monóxido de carbono puede producirse a partir del mal funcionamiento de artefactos como estufas, cocinas y calefones. Estos aparatos deben tener llama color azul; la llama color amarilla o rojiza indica la presencia de monóxido de carbono en el ambiente.
Entre los signos y síntomas de la intoxicación por monóxido de carbono se pueden incluir los siguientes:
- Dolor de cabeza,
- Debilidad,
- Mareos,
- Náuseas o vómitos,
- Falta de aire,
- Desorientación,
- Visión borrosa,
- Pérdida del conocimiento.
Ante cualquier duda sobre el funcionamiento de algún artefacto debe comunicarse inmediatamente con un gasista matriculado, ellos están autorizados para hacer o modificar conexiones o instalaciones de gas.