Una familia de Godoy Cruz que desde hace un año reside en Milán, Italia, dialogó con Noticias «d» y contó cómo viven los días de aislamiento por la emergencia sanitaria del coronavirus en el país.

Pablo, Teresa y la pequeña Valentina decidieron irse de Argentina en busca de nuevas oportunidades a principios del 2018. En Roma, tramitaron la ciudadanía, obtuvieron sus documentos italianos y, finalmente, el trabajo los llevó a instalarse en Milán.

A raíz de la emergencia sanitaria, desde este lunes en la Capital de la Moda las autoridades decidieron cerrar todas las escuelas, espacios públicos, teatros y oficinas de servicios estatales.

También cancelaron los partidos de fútbol y suspendieron los dos últimos días de la Semana de la Moda. Está prohíbido, además, celebrar casamientos y realizar velatorios; solo se permiten con la asistencia de la familia íntima.

“La suspensión de actividades en Milán es por esta semana, después van a informar cómo seguimos. Por ahora no salimos de casa porque mi hija tiene 5 años y mi esposa está embarazada y no podemos tomar riesgos. Tampoco he ido a trabajar porque soy chef en un restaurante y los dueños han decidido no abrir. Muchos bares y restaurantes han cerrado por la medida que ha tomado el Gobierno”, comentó Pablo a Noticias «d».

 “La gente está comprando por internet para no tener que salir de las casas, acá es muy común la compra online, pero ahora es masivo. En las zonas afectadas han vaciado los supermercados, hay una especie de locura generalizada”, indicó el mendocino.

“Por los sitios de internet -agregó- venden los barbijos a 50 euros y antes salían 3, y el medio litro de alcohol en gel está a 100 euros. La gente lo compra igual a esos valores porque en supermercados y farmacias se han agotado”.

Por otra parte, es llamativo ver que las estaciones de trenes en esas grandes ciudades están vacías. “La estación central de Milano mostraba los horarios de retraso de 300 minutos, porque han estado desinfectando trenes y muy poca gente ha tomado el metro. No se ven personas en las calles y eso realmente es inusual”, contó Teresa.

En Italia hay alrededor de 229 personas infectadas y 7 muertos, según lo informado este lunes por autoridades estatales. El brote fue registrado a 50 kilómetros del centro de Milán, en la localidad de Codogno. Junto con otros diez municipios del norte de Italia, se encuentran aislados por 14 días.

El gobierno italiano les ha asegurado a los cerca de 50.000 habitantes de esta “zona roja” las necesidades básicas para poder subsistir en la cuarentena, los únicos que ingresan son los camiones de alimentos y Gendarmería no permite el ingreso ni la salida de ninguna persona al lugar.

“La verdad que nunca pensamos estar en una situación así en Italia, solo queremos que pasen los días para volver a nuestras actividades diarias. Esperamos que no haya más muertes y que las personas infectadas puedan crear los anticuerpos necesarios para evadir la enfermedad”, finalizaron Pablo y Teresa.