Parir en cuarentena: el valiente relato de una mamá primeriza

María Eugenia dio a luz el 15 de abril en la Clínica de Cuyo. En esta nota nos cuenta cómo fue su experiencia.

Un momento muy especial se anunciaba en abril para la vida de María Eugenia (38) y Cristian (38), pero nunca pensaron que podían vivirlo en medio de protocolos sanitarios por una pandemia que paró al mundo entero.

María Eugenia fue mamá primeriza en pleno aislamiento social, preventivo y obligatorio. Cuando el pasado 20 de marzo el Gobierno nacional decretó esta medida, ella cursaba la semana número 36 de gestación.

A partir de ese momento sus controles de rutina fueron cancelados, al igual que los estudios que debía realizarse previos a la cesárea.

El 15 de abril nació Isabel Guadalupe en la Clínica de Cuyo, bajo un estricto protocolo a respetar, que significó la ausencia de Cristian en algunos de los momentos más importantes y especiales.

En diálogo con Noticias d, Maru contó cómo fue su experiencia de dar a luz en un sanatorio en el que había pacientes internados con coronavirus.

“Tengo una enfermedad de base, que es el lupus, por lo que fui tratada como un embarazo de alto riesgo. El 13 de marzo mi obstetra me pidió que me quedara en casa. En su momento no me lo tomé tan en serio, pensé que exageraba, tuve un embarazo espectacular y creí que se debía a eso”, relató la vecina de Godoy Cruz.

“Yo estaba en la semana 36; tenía cesárea programada, tenía una consulta por semana y una ecografía por mes. Me mandaron a hacer una ecografía, hisopado y un electro de riesgo quirúrgico, pero me suspendieron todos los turnos», agregó.

Adecuarse al contexto

No poder asistir a los últimos controles del embarazo a Maru le generó ansiedad. “Necesitaba consolarme con algo. Me puse a pensar que en otras épocas no existían todos los estudios y atenciones que tenemos ahora”, recordó.

“La última etapa la transité sola y fue difícil, uno nunca imagina que va a atravesar esto. En su momento me angustié mucho pero no me quedó otra. El no poder compartir con Cristian, en lo particular, fue fuerte y me emociono mucho al contarlo», expresó Maru.

Sin embargo, pensó en aceptar lo que estaba ocurriendo y disfrutar del embarazo de la forma en que pudiera. “Los controles que me hacían dejaron de estar y todas las consultas eran vía WhatsApp. Una semana antes de la cesárea, la obstetra me pidió que nos viéramos”, continuó.

Un parto impensado

La pareja tenía planeado que Cristian presenciara el parto. Sin embargo, las circunstancias indicaban que no iba a ser posible.

“Primero me llamaron de la Clínica de Cuyo y me dijeron que mi esposo no iba a poder estar en la sala de acompañante, que solo iba a llegar a la puerta de la entrada y que luego podía ir a buscarme cuando tuviera el alta médica”, manifestó Maru.

La medida tomada por el sanatorio se debía a que “había casos de coronavirus en la clínica y no querían a nadie que circulara salvo que fuera persona de cirugía de alto riesgo o cesárea, sin acompañantes en las habitaciones”, explicó.

“Eso me generó una angustia que no puedo expresar con palabras, pensar que él no estaría a mi lado cuando ha sido un embarazo tan deseado por los dos. Después, a los dos días, nos enteramos que los papás sí estaban acompañando, pero no podían ingresar a la sala de parto.

«Cristian tuvo que permanecer en la habitación hasta que yo regresé con la bebé, no pudo acompañarme hasta la sala de cirugía”, relató Maru.

Luego del nacimiento, María Eugenia reflexionó sobre su vivencia y con su voz entrecortada confesó que fue un parto muy emocionante: “Si bien fue maravilloso, también fue difícil, porque no estuvo mi esposo en algo tan bello. Me hubiese gustado que él estuviera allí”.

Bienvenida a casa

Maru y la pequeña fueron dadas de alta el 17 de abril. Hasta el momento nadie ha podido conocerla personalmente, por la cuarentena obligatoria que rige en la provincia y por los cuidados que deben tomarse en este contexto.

Esto no es un impedimento en esta era digital, así que a través de las fotos y las videollamadas los familiares y los amigos de la pareja godoicruceña compartieron este momento tan especial.

“Nos tienen prohibido que la gente ingrese a la casa. Nos dijeron que salvo que la nena tenga algo importante fuéramos a la guardia y las consultas las hiciéramos por teléfono. Así que nos mantenernos aislados, sin contacto, y nos explicaron cómo esterilizar todo por la bebé”, sintetizó Maru.

Contenido provisto por: Julieta Gulino