Desde que se dictó el aislamiento social, preventivo y obligatorio en todo el país, la educación ha debido buscar nuevas formas de acercamiento para que los chicos continúen aprendiendo pese al impedimento de asistir a clases.

Así ocurre en toda la provincia de Mendoza y, puntualmente, en Agrelo, en Luján de Cuyo, donde una conmovedora historia trascendió a los medios de comunicación. Se trata de la tarea que presentó Luciano, un chico de 11 años, que vive junto a su familia en un humilde asentamiento de la zona.

Claudia Arabena, la maestra de artes plásticas de 6to año de la Escuela General Espejo, propuso a los alumnos la elaboración de una obra artística «con los elementos que tengan en casa». Las tareas de Claudia llegan a los alumnos a través de mensajes de WhatsApp, ya que muchos de los vecinos del asentamiento no tienen conexión a Internet ni computadora.

Fue así como, con los elementos que tenía a su alcance y la ayuda de su hermano menor, de 4 años, Luciano presentó su tarea y deslumbró a toda la clase. El resultado: arena, barro, ladrillos y algunas ramas sueltas se convirtieron en un enorme dinosaurio.

Sus papás le sacaron una foto al trabajo y se la mandaron a Claudia. “Cuando vi la imagen quedé impactada, es una obra que representa muy bien el arte efímero. Lo compartí con mis colegas, y la sensación fue la misma», contó la maestra a Infobae.

«Me da una satisfacción enorme saber que lo hizo aún lejos de su casa. Quiero rescatar el trabajo de los chicos que, a pesar del entorno, tienen ganas de seguir adelante. Eso valoriza mucho más su obra”, agregó Claudia, quien contó que por la crisis sanitaria su alumno se mudó junto a los dos hermanos y papás a la casa de su abuela.

«En la zona tenemos una villa muy grande y ha sido difícil para ellos. Las mamás le ponen mucha garra: acompañan, cargan crédito en los teléfonos para enviar las tareas. Ver los resultados me pone muy contenta”, contó la maestra y resaltó el compromiso de las familias para que sus hijos puedan continuar estudiando.