Omar Montenegro: “Fue un privilegio haber estado en Malvinas y volvería a defenderlas”

A sus 20 años, lo llevaron sin aviso a la guerra como infante de Marina. Sirvió a la Patria colaborando en la logística del histórico conflicto que enfrentó a la Argentina y Reino Unido por la soberanía de las islas. A 41 años, cuenta como es la vida luego de la guerra.

En tiempos de dictadura militar, entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982, se desarrolló la guerra de Malvinas por orden del teniente general Leopoldo Galtieri.

Más de 23.000 soldados participaron del conflicto bélico, 11.000 de los cuales estaban en el territorio de Malvinas y el resto en bases aéreas en el continente y en buques de la Armada. En la guerra  murieron  649 soldados argentinos y 1.063 resultaron heridos. En miles de sobrevivientes el conflicto aún permanece, en la memoria y en las heridas del alma como del cuerpo.

Héroe lujanino de Malvinas

En 1982, Omar Montenegro se encontraba haciendo el servicio militar en la infantería de Marina. A sus 20 años, lo embarcaron junto a  sus  compañeros en lo que llamaron la Operación Rosario,  ellos creyeron que iban a un viaje de pruebas militares pero desembarcaron en Malvinas y fueron protagonistas de la defensa histórica de las islas, enfrentando al ejército británico de Margaret Thatcher.

Omar Montenegro, veterano de la Guerra de Malvinas

¿Cómo llegas a participar de la Guerra de Malvinas?

Yo no fui a Malvinas, me llevaron. Nunca nos dijeron que íbamos a las islas. Éramos unos 60 soldados, que nos dijeron que nos equiparamos y nos fuimos a formar a Puerto Belgrano. Un 28 de marzo a la madrugada, nos embarcaron para salir hacia un lugar que no sabíamos dónde era.  Después de una fuerte tormenta en alta mar, pensamos que íbamos a morir. Una vez que se calmó la tormenta, el  1 de abril, al mediodía, nos informaron que íbamos a recuperar las Islas Malvinas.

¿Cómo fue llegar a las islas?

El 2 de abril desembarcamos en las islas. Ese día, vi flamear por primera vez la bandera argentina en las Malvinas. Fuimos a recuperar las islas pero cuando Reino Unido nos declara la guerra, la estrategia cambia a defender Malvinas.

¿Cúal fue su rol en la guerra?

Nosotros éramos logística. Habíamos llevado armamentos, combustible, municiones, misiles para los puestos de combate. Entre el 28 y 29 de abril se nos obliga a volver a Puerto Belgrano, todo el batallón de infantería de apoyo logístico, ya que nuestro barco no tenía ninguna forma de defensa.

¿Cómo fueron sus días en Malvinas?

Algunos compañeros me contaron que en el ejército estaban disminuidos de armamentos, municiones y de ropa de abrigo. A diferencia del ejército, Infantería de Marina teníamos buenos uniformes y teníamos buen armamento, no era sofisticado pero si estaban en condiciones. Durante casi un mes que estuvimos en las islas, recorrimos los puntos de combate y les llevamos armamento  y combustible.

¿Cómo describirías la guerra?

Fue una sorpresa. Malvinas es Argentina bajo todo punto de vista histórico y geográfico. Lo que nosotros fuimos a hacer fue un hito en la historia, donde estuvimos pisando las Islas Malvinas con una bandera Argentina. Se luchó para mantenerlas. A pesar que los colonialistas siguen siendo colonialistas en 2023, las Malvinas siguen siendo argentinas.

¿Qué significó Malvinas en tu vida?

Es un orgullo haber estado y un privilegio haber sido parte de la historia argentina. También mi reconocimiento a todos los compañeros que han fallecido, que han quedado lesionados o que luego se quitaron la vida  y  todos los que están muriendo por causas naturales derivadas por los problemas de la guerra. Siento un orgullo muy grande de haber podido defender una parte de la Patria como Malvinas. Es un hito en la historia argentina, antes no se hablaba de Malvinas, pero luego de la guerra si se instaló el tema. En mi vida también fue un hito.

¿Volverías a defender las Malvinas?

Yo volvería a defender las Islas Malvinas. Si alguien viene a quitarme mis costumbres, cambiarme mi Dios, sacarme la tierra, cambiarme mi vida social y familiar, voy a pelear para seguir manteniendo lo mío.

¿Cómo fue regresar a tu casa en Luján de Cuyo?

En octubre de 1982, me dieron la baja y regresé a casa. Nos dieron la baja muy tristemente, no se izó la bandera, no se cantó el himno y nos retuvieron los documentos de identidad, meses después los recuperamos. Cuando regreso a Luján de Cuyo, muy pocos sabían que había estado en Malvinas. Pude regresar con mi hermana que había servido como enfermera en la guerra, en el Hospital de Puerto Belgrano. Cuando me recibe mi mamá, me abraza y me miraba si estaba bien, si no me faltaba nada. Mi hermana supo que nos estaban preparando para ir a la guerra, pero ella nunca me pudo decir. Sólo me saludo para despedirme. Fue muy importante poder regresar juntos a casa.

¿Luego fueron reconocidos?

No hablé de Malvinas por 10 años, porque pensaba que los verdaderos héroes eran los que habían muertos en la guerra y los que habían salidos heridos del combate. Con el paso del tiempo fuimos reconocidos. Desde el 1995, comencé a cobrar la pensión de Malvinas. Un beneficio que se estableció en 1982 pero se empezó a pagar más de 10 años después  a los veteranos de guerra y hoy reclamamos por esa reparación histórica.

Reconocimiento  del departamento de Luján de Cuyo

Luján de Cuyo es el departamento que más ha reconocido a los veteranos de Guerra en Mendoza. “El Paseo Héroes Mendocinos de Malvinas”,  creado durante la intendencia de Omar de Marchi, rinde homenaje a los caídos como a los sobrevivientes, algo único  en los memoriales. Este año sumó la Experiencia Malvinas, una muestra interactiva de Fuerzas Armadas y actividades con Veteranos de Guerra.

¿Cómo sigue la vida después de una guerra?

En lo personal estoy bien emocional y físicamente. Fui contenido por mi familia. Hoy en día somos reconocidos, pero sería bueno poder garantizarnos un mejor bienestar económico y una mejor cobertura de salud. Hay muchos compañeros que han quedado mal psicológicamente, no pueden estar con familia, no permanecen en sus trabajos. Muchos quedaron con problemas de salud como artritis por el frío y otros aun hoy se quitan la vida. Creemos que está falleciendo un ex combatiente por semana.

Omar Montenegro brindando charlas junto a otros compañeros de Malvinas

¿Cómo les gustaría ser recordados?

Me gustaría que  Malvinas se recuerde siempre, más allá del Día del Veterano de Guerra. Hoy en día se está reconociendo más a las Malvinas como argentinas en entidades tanto sociales, educativas como gubernamentales. Siento que se va a seguir peleando de manera política y legal, para que se plante en las islas nuevamente la bandera argentina y se pueda ingresar con el documento de identidad.

¿Volverías a Malvinas?

Tuve la posibilidad de volver a las islas, pero no quiero regresar hasta poder volver sólo con mi DNI, no con un pasaporte.

Las veteranas de guerra

Marta Montenegro, la hermana de Omar, ingresó a la Armada Argentina un año antes que comenzara el conflicto. Estudió enfermería en Puerto Belgrano y trabajó en el Hospital del lugar. Al tener que acondicionar el centro de salud para abarcar su capacidad máxima y recibir insumos en enormes cantidades, supo que algo pasaría, pero no lo podía decir a nadie. Tenía 19 años cuando comenzó la guerra y se enfrentó con el dolor más extremo.

¿Usted sabía que su hermano iba a la guerra?

Llame a mi hermano con un teniente a mi lado, y me confirmó que salían a una maniobra militar pero no sabía a dónde iban. Lo triste era que yo sabía que iba a la guerra y él no. Nadie les dijo a esos chicos a donde iban para que se prepararan mentalmente.

¿Cómo fue servir como enfermera durante el conflicto?

Recibimos durante la guerra heridos de toda  clases de gravedad, desde quemados, heridos de bala, soldados con los pies todos quemados por el frío por no tener el calzado apropiado y había que amputarles los pies o hasta las piernas. Yo estaba en la clasificación de heridos. Viví mi función con mucha incertidumbre, porque pensaba que podría llegar en cualquier momento mi hermano herido. Hasta que un Teniente me avisó que él estaba en continente y no volvería a las islas.

¿Cómo es vivir una guerra?

Recién el año pasado pude hablar del tema. Me cuesta mucho sanar estas heridas. Nos han quedado grabados los gritos de dolor, llanto y hasta el silencio, porque habían chicos que no entendían lo que había pasado y no hablaban, más aun los que entraban a quirófano y salían amputados. Las cicatrices del alma no se nos van a ir nunca.

¿Cómo les gustaría ser reconocidas?

Las enfermeras merecemos un reconocimiento como veteranas de guerra, porque tuvimos un papel muy importante, curando en medio de la guerra. Hicimos Patria desde el lugar en que estuvimos. Estuvimos al lado de nuestros soldados, día y noche, acompañándolos. Nos pedían si podíamos escribirles cartas a sus madres  para avisarles que sus hijos estaban vivos y bien.

Omar y Marta Montenegro, dos hermanos marcados por la guerra, una herida que aún duele,  pero con el orgullo de haber honrado a  la Patria y defendido el suelo argentino. Héroes argentinos y lujaninos que nunca debemos de olvidar.

Contenido provisto por: Mariel Herdt