«Banderita de mi Escuela«, compuesta por el talentoso cantautor Yoel Hernández, ha surgido como un fenómeno musical arrasador en la región de la Patagonia, específicamente en la provincia de Chubut. Más que una mera composición, esta melodía se ha convertido en un símbolo de unidad y orgullo en las comunidades educativas locales, resonando con fuerza en cada rincón de la provincia.

Inspirada en los valores de la educación y la identidad nacional argentina, «Banderita de mi Escuela» encapsula la esencia del respeto y el cariño hacia la bandera nacional, al mismo tiempo que celebra la alegría y el compañerismo que caracterizan el ambiente escolar. Su letra conmovedora y su melodía pegajosa han logrado conquistar los corazones de niños, niñas, docentes y familias por igual.

Desde su génesis en El Maitén, esta canción ha emprendido un inspirador viaje por toda la provincia de Chubut, llevando consigo un mensaje de unidad y amor por la educación. Escuelas de diversas localidades como Lago Puelo, Cholila y Esquel han adoptado «Banderita de mi Escuela» como parte integral de su identidad y tradiciones, consolidándola como un himno escolar unificador.

Detrás de esta emblemática canción se encuentra la figura visionaria de la maestra Liliana Taux, cuya pasión por la música y la educación impulsó la creación de este himno escolar. Su dedicación y visión han dado vida a una melodía que hoy en día une a las comunidades educativas de Chubut en un canto compartido de alegría y compañerismo.

Más que una simple composición musical, «Banderita de mi Escuela» se ha erigido como un símbolo cultural y educativo en la región de la Patagonia. Su presencia constante en las escuelas refleja su valor como herramienta educativa, promoviendo valores fundamentales como el respeto, el compañerismo y el orgullo de pertenencia a la comunidad escolar.

Con su mensaje positivo y su contagiosa melodía, «Banderita de mi Escuela» continúa expandiéndose por toda la provincia de Chubut, consolidándose como un himno escolar que resuena con fuerza en cada rincón de la región. Su crecimiento y alcance continuo son un testimonio del poder de la música para unir, inspirar y crear un sentido de identidad compartida entre las comunidades educativas de la Patagonia.