Cada 30 de mayo se conmemora el Día Nacional de la Donación de Órganos, fecha que quedó institucionalizada luego de que naciera el hijo de la primera paciente que dio a luz tras haber recibido un trasplante en un hospital público del país. 

Esta es una fecha importante en el calendario, tanto para las familias donantes como para los trasplantados, quienes gracias la valorable decisión de otros pudieron salvar sus vidas. Estela Mary Barzola, una vecina de Maipú, es testigo de ello, ya que fue trasplantada dos veces de riñón, en 1999 y en 2017.

El primero de los trasplantes fue realizado en el hospital Central de Mendoza y la donante fue su madre, quien en ese momento tenía 61 años. En julio de 2016 su riñón volvió a fallar, por lo que debió ser internada y tuvo que regresar a hacerse diálisis.

Finalmente, el 28 de mayo del siguiente año, recibió el trasplante que tanto añoraba la vecina de Luzuriaga.

La espera y el ansiado llamado

“El 27 de mayo recibí el llamado diciéndome que había un donante, una señora que había fallecido y éramos 100 por ciento compatibles, ‘gemelas’ dijo el médico. Me acuerdo que estaba con mi mamá y las dos nos abrazamos y lloramos”, contó con emoción Estela a Noticias d. 

Este segundo trasplante fue en el Hospital Español, luego de casi un año de tratamiento. “Llevaba una vida normal después del primer trasplante y de un momento para el otro el riñón dejó de funcionar. Eso me deprimió porque con diálisis se me bajaba mucho la presión y mi cuerpo no toleraba las pastillas. Fueron once meses tremendos y cuando llegó el momento del segundo trasplante, no lo podría creer”, recordó la mujer y resaltó: “Estoy muy agradecida con la familia que me dio el riñón y con el doctor Gustavo Cremade”. 

Desde hace cuatro años que Estela hace vida normal y disfruta de sus hijas y nietos. “Estoy muy bien, gracias a Dios, y espero que este riñón me dure igual que el de mi mamá. Todos los meses voy al médico y me hago todos los controles y todo está bien. Tengo una vida normal, tomo mucho líquido, no como con sal y no como cosas fritas ni con picante. Y ahora con el coronavirus no salgo”, relató Barzola. 

Reinas con compromiso

Estela Mary fue reina distrital y representó al distrito de Cruz de Piedra. Su hija, Soledad Reina, siguió sus pasos y representó al departamento Maipú en la Fiesta Nacional de la Vendimia del año 2006, donde la coronaron Reina nacional. Desde entonces madre e hija continúan trabajando con la Comisión de Reinas de Maipú y, desde su lugar, levantan la bandera de la donación de órganos. 

“Siempre digo que donar es salvar vidas. Porque estar en una máquina como la de la diálisis te hace bien para una cosa, pero te hace mal para otra”, rescató la ex reina. 

Ahora, solo espera que pase la pandemia para poder ver nuevamente a su mamá, quien vive en una residencia para adultos mayores. Estela contó que la mujer de 81 años está muy bien y que recibe los mismos cuidados que tiene ella, por haber sido su donante.