Donde te encuentres

Mi nombre es Patricia Alejandra Varano. Tengo 60 años, soy mamá, mujer argentina y soy una luchadora, una buscadora.

¿Cómo definir mi lucha? Necesito encontrar a mi familia biológica. Nací en el mes de agosto del año 1962 en el hospital Parmenio Piñero de Flores. Allí me entregó un sacerdote/capellán que trabajaba en el nosocomio, con ropa, sábanas y un moisés. Mi madre era muy joven.

El matrimonio que me apropió me inscribió como hija de ellos. Desde muy pequeña sentí que no pertenecía a la familia. Era una sensación muy fuerte, muy real, aunque no había indicios. Era una vida muy difícil, con una mamá bipolar y alcohólica, golpes, gritos y escenas. Ella era depresiva y se tornaba muy agresiva. Y a su vez cambiaba de un estado al otro. Diferentes mezclas de alcohol y pastillas la llevaron a lavajes de estómago, intervenciones, variadas internaciones en neuropsiquiátricos, etc.

Mi papá, en tanto, era un hombre sin carácter.

Yo, por mi parte, trataba de tener una vida lo más «normal» posible para mi edad: ir al colegio, cumpleaños, y tener amigos y amigas en el barrio. Hasta que las agresiones llegaron a ser tales que a los 7 años me fui a vivir con mis tíos. Mi tía era la hermana mayor de mi papá. Desde esa edad en adelante viví en su casa: ella me llevaba al colegio, al dentista y al médico. Es decir, cumplía el rol de madre.

Pasé años más tranquilos pero la sensación de no pertenecer siempre se mantuvo.

Estudié primaria, secundaria y comencé a trabajar a los 17 años en comercios, fábricas y oficinas. Hoy me desempeño como acompañante terapéutica y cuido a un chico especial. 

Tener una vida prefabricada implica una búsqueda de la verdad por todos lados entre toneladas de mentiras para encontrar allí las verdades ocultas. Es difícil, pero pieza por pieza se arma el rompecabezas. Sin embargo, todo lo logrado choca contra los pactos de silencio de los involucrados en la historia.

Fui al programa “Los unos y los otros”, hice un legajo en derechos humanos, en las redes sociales mi Facebook «Patricia te Busca» publicó todo el tiempo mi historia. También tengo ahí muchos grupos: búsqueda de origen, mamá te busco, búsquedas infinitas, ¿Dónde estás?, etc. Pertenecer a estos grupos es una manera de sentirme acompañada por gente que comparte la misma situación que yo al tratar de rastrear mis orígenes. Además me hice un ADN en Family Free en EEUU pero no arrojó resultados cercanos.

Actualmente tengo 2 hijos, Emanuel de 21 años y María José de 17. Y realmente me gustaría dejarles el legado de sus antecedentes biológicos resuelto.

Mi madre, mi padre, hermanas, hermanos, tíos, tías, primos, primas, todos esos afectos que nos están faltando y a los que queremos incorporar a nuestras vidas de inmediato.

El grito del ADN que busca su origen es tener todo el tiempo una sensación de no soy ni de acá ni de allá.

No hay lugar para las frustraciones: es caer, pararse y seguir. No se puede detener la maquinaria porque se pierde la batalla.