Las declaraciones de la ingeniera Mercedes Canese y de Pedro Ferreira resaltan preocupaciones sobre el acuerdo energético entre Paraguay y Brasil. Canese argumenta que el ingreso adicional de USD 1.250 millones por año no es realmente un logro, ya que Paraguay ya estaba recibiendo ingresos por conceptos como royalties y compensación por cesión de energía. Además, critica que la negociación se haya centrado únicamente en la tarifa, en lugar de abordar temas más importantes como la soberanía energética y la posibilidad de exportar energía a precio de mercado.

Por su parte, Pedro Ferreira expresa dudas sobre la transparencia del acuerdo y sugiere que los beneficios obtenidos podrían quedar ocultos en la contabilidad de Itaipú al no haberse blindado los recursos. Estas críticas reflejan preocupaciones sobre la gestión y el impacto real del acuerdo en el desarrollo energético y económico de Paraguay.

Las observaciones de Pedro Ferreira sugieren que el acuerdo energético presenta varios aspectos preocupantes. Destaca que el supuesto «beneficio» no se reflejará en el Presupuesto de Gastos de la Nación, lo que podría abrir la puerta a la corrupción si los fondos se utilizan de manera discrecional. Además, señala que el aumento en la tarifa, presentado como un logro, en realidad resultará en una devolución de fondos a Brasil, lo que no beneficiaría a Paraguay. Ferreira también cuestiona la falta de transparencia en el uso de los fondos de la binacional, ya que no se reflejan en el balance financiero de la ANDE.

En cuanto al acceso al mercado brasileño, Ferreira recuerda que esta posibilidad ya había sido anunciada anteriormente, y destaca la importancia de que Brasil cumpla con sus compromisos de pago por la energía proporcionada por Paraguay. Estas preocupaciones plantean interrogantes sobre la efectividad y la equidad del acuerdo energético entre ambos países.