Artaud en detalle: la obra cumbre de Luis Alberto Spinetta

Publicado en 1973, Artaud es considerado el mejor disco del rock nacional.

El 28 de mayo de 1973, en el Teatro Astral, Luis Alberto Spinetta presentó Artaud. Un álbum que marcó, y sigue marcando, a fuego a distintas generaciones. Se trata de una obra marcada por las lecturas del poeta francés Antonin Artaud, con un gran vuelo poético y como “un antídoto a la desesperación”, en palabras del autor.

El álbum fue publicado bajo la autoría de Pescado Rabioso por un tema contractual, pero fue compuesto en su totalidad por Spinetta y forjado al calor del seno familiar, más precisamente en la casa de sus padres en la calle Arribeños.

De la grabación participaron sus ex compañeros de Almendra, Rodolfo García y Emilio Del Guercio, y Gustavo Spinetta, hermano de Luis. Son 9 canciones que tocan todas las fibras. Desde la iniciática “Todas las hojas son del viento” pasando por la surrealista “Por” hasta “Cantata de Puentes amarillos”, “Bajan” y “Cementerio Club”, la experiencia es maravillosa y vital.

Artaud, tema por tema

  • Todas las hojas son del viento: Es la canción que abre el álbum y que se ha trasformado en un himno. Una canción que el propio Spinetta contó que está dedicada a una ex que estaba por ser madre y se preguntaba si debía tenerlo o no. “Ella era como una hoja en el viento ante la decisión que tenía por delante” sostuvo Spinetta, quien aclaró que finalmente lo tuvo.
  • Cementerio Club: De las favoritas de los fanáticos de Spinetta. Con un solo imborrable. Esta canción del Flaco parece retratar el final de un vínculo o la expresión más acabada de que algo ya no va. Lleno de frases muy ilustrativas: “Justo que pensaba en vos, nena, caí muerto”, “¿qué calor hará sin vos en verano?”, este segundo tema es el impulso necesario para adentrarse en el mundo spinetteano.
  • Por: Compuesta por Spinetta y Patricia Salazar, su mujer por aquellos días y madre de sus cuatro hijos, esta canción se caracteriza tiene 47 palabras; 46 sustantivos y la preposición final y que da nombre al tema: “Por”. Palabras que se superponen y dibujan una línea directa a la maravilla.
  • Superchería: Una invitación a buscarse un porqué. “Siempre soñar, nunca creer/Eso es lo que mata tu amor/Siempre desear, nunca tener/Eso es lo que mata tu amor/Lo mismo da morir y amar”, canta Spinetta. Rock en estado puro.
  • La sed verdadera: Quinta canción del álbum. Un tema intimista. Un relato que va del living al fuego, que da cuenta de los sentidos, de la posibilidad o no de encontrar la paz en uno y en los demás. Spinetta parece también hablarse a sí mismo, en un plano reflexivo.
  • Cantata de Puentes Amarillos: La CANCIÓN del álbum. O las canciones. Se trata de una ópera inspirada en las cartas del pintor holandés Vicent van Gogh a su hermano Theo. Como módulos, los versos de ésta canción están unidos por la magia y la poesía que sólo Spinetta supo transmitir.  
  • Bajan: Otro de los himnos del álbum. Quizá la canción más cantada de todo el disco. Reversionada por Gustavo Cerati, este tema va en línea con el leitmotiv que atraviesa la obra: “Mañana es mejor”. Spinetta canta “Tengo tiempo para saber/Si lo que sueño concluye en algo/No te apures ya más loco/Porque es entonces cuando las horas bajan…”.
  • A Starosta, el idiota: “Starosta es nadie y somos todos a la vez” afirmó hace tiempo Spinetta sobre esta canción que también tiene el tono de una reflexión sobre alguien o el propio narrador. Aparecen los Beatles catando “She loves you” como una referencia ineludible y también para hacer de esta canción algo así como un collage.  
  • Las Habladurías del mundo: Una manifestación contra todo lo que se dice sin saber, más aún de un artista de la notoriedad y trascendencia de Spinetta. En una parte, el Flaco canta “No estoy atado a ningún sueño ya, las habladurías del mundo no pueden atraparnos”. Un cierre inmejorable para un disco maravilloso.

Bonus Track

La idea de Spinetta era romper con todo, despojarse de aquello que lo aprisionaba. En esa línea, la tapa de Artaud, el diseño de su packaging, creado por el artista Juan Gatti, no es más (ni menos) que un intenso anhelo de ruptura y libertad. Un objeto incómodo nacido de la disconformidad. Poco importaba si no entraba en las bateas, por no respetar los cánones de la cuadratura, y si ello se traducía en pocas ventas. Lo que primaba justamente era no encajar. Dejar en claro que lo que se perseguía, de alguna forma, era algo nuevo.

Sólo resta que pongas play y te dispongas a disfrutar. Eso sucederá con toda seguridad.

Contenido provisto por: Federico Coguzza
Fecha de Publicación: 9 junio, 2023