El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) cumple 150 años. Es una de las instituciones más longevas del país. Como Presidente de la Nación, Domingo Faustino Sarmiento ordenó su creación, en 1872. Solamente una vez estuvo (y está) conducido por una mujer. Se trata de Celeste Saulo, quien fue nombrada directora del SMN en 2014. «Tengo mucho compromiso y pasión por lo que hago. Estoy convencida de que las cosas se pueden llevar adelante, si se trabaja de esa forma», aseguró Saulo en diálogo con Noticias d.

Noticias d: -¿A qué se debe el nacimiento del SMN, a tan temprana edad del país?

Celeste Saulo: -Ya se entendía la importancia de medir el estado del tiempo, en un país donde había mucho por comprender sobre el clima. Un país que basaba su economía en el agro y que necesitaba conocer y predecir el clima. Empezó como una ciencia del monitoreo y mediciones. Evolucionó y hoy nos encontramos con SMN mucho más diversificado. La medición sigue siendo central, pero a eso se agrega la producción de información, a partir de datos que se compilan, pronósticos, informes; no solo a días, sino a mediano plazo.

ND: -En esa evolución, ¿podemos incluir al sistema alerta temprana de tu gestión?

CS: -Es sin dudas un paso muy importante. Antes, se analizaban fenómenos que podían impactar más fuertemente a la población como tormentas o vientos intensos. Tenía un día de anticipación y lo comunicábamos con un escrito específico. El nuevo sistema tiene un detalle regional y temporal mucho más amplio. Se coloca la información en mapas, tienen colores por semáforos para facilitar la lectura. Hay hasta tres días de anticipación de los fenómenos. Mejoró el alerta y la manera de comunicarlo. Otro elemento son las medidas protectoras que recomendamos ante el fenómeno. Es decir, emitimos el alerta ante un determinado fenómeno y damos recomendaciones a la población sobre qué hacer ante esa situación.

Saulo no solamente es directora del SMN, sino también una líder regional, lo cual la llevó a la vicepresidencia de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), dentro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Al respecto, consideró: «Estoy en una etapa de madurez de mi carrera. Soy Investigadora del Conicet y profesora en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Me formé, enseñé, di mi tesis, me doctoré y trabajé toda mi vida en el sector. Me apasiona, me gusta muchísimo».

Al llegar al SMN, entendió que su gran misión era convertir los conocimientos de la academia en acciones concretas para la población. «Siempre me preocupó la distancia que existía entre lo que se producía desde la academia y lo que efectivamente llegaba al público. Mucho conocimiento que no llegaba. Cuando me propusieron el cargo fue un impacto muy grande para mí y un gran desafío. Desde la academia, veía que se podían hacer cosas que no se estaban llevando a cabo. Tratar de acercar esos dos mundos, que deben trabajar juntos«.

ND: -¿Qué ejemplo podrías darnos?

CS: -El sistema de alerta temprana es un ejemplo, que también a su vez es producto de la inclusión de las ciencias sociales, que no tenían profesionales en el SMN. Antes era impensado traer gente de Sociales. Fue un hito de mi gestión. Si damos un servicio público, lo primero que debemos conocer es el perfil de aquellos a quienes les vamos a brindar ese servicio. Y ahí son las ciencias sociales las que tienen las herramientas idóneas.

Otra barrera que hemos roto tiene que ver con mejorar el modelado numérico, que es la base para la concepción de los pronósticos. Son modelos muy complejos. Hicimos una gran renovación del conjunto de modelos que empleamos. Adquirimos una supercomputadora, que es la más importante de Sudamérica. Esto se consiguió también a partir de gestionar proyectos internacionales, para conseguir los fondos.

ND: -¿Cuál es tu rol en la OMM?

CS: -La OMM es un organismo especializado en Naciones Unidas. Argentina es representada por quien dirige el SMN. Es un mundo muy masculinizado. Con el tiempo, fui generando una confianza y un liderazgo a nivel regional y casi con naturalidad llegué a la vicepresidencia. La mayoría son varones y es muy poco frecuente que haya mujeres. Hay apenas un 15 o 20% de mujeres liderando servicios meteorológicos.

ND: -Se habla mucho del calentamiento global y el cambio climático. ¿Qué rol juega el SMN en ese sentido?

CS: -Creo yo que un rol muy importante. Somos los responsables de medir. Somos, de alguna manera, los centinelas del clima. Si hoy se habla del cambio climático, es porque hubo un SMN midiendo desde hace muchos años. Ese es el rol. Medir, identificar. Cuanto más nivel de detalle tengamos, más información útil se puede entregar a la población.

La otra función sustantiva es la relativa a dos conceptos: adaptación y mitigación. Qué cosas hace uno para adaptarse ante fenómenos más severos. Bueno, una respuesta es el sistema de alerta temprana, que ayuda a minimizar impacto. Nutrir al sistema de toma de decisiones con información y alertas para que puedan ser más eficientes en su trabajo. En la agenda de mitigación, también tenemos un rol importante, pero es menor la incidencia. Mitigar es emitir menos. Para lograrlo, hay que saber dónde y cómo. Para eso, necesitás medir más. Es muy caro hacerlo y se necesita de un desarrollo más profundo. Solo unos pocos países tienen esa capacidad.

ND: -¿Qué es el concepto de «justicia climática»?

CS: -Desde muchos sectores trabajamos en este concepto. Es ampliar la mirada del cambio climático a lo social, lo ecológico y lo meteorológico o climático. Una cosas es el cambio climático y otra lo que les pasa a las personas dentro de ese fenómeno. Producto de que se dan eventos severos, se producen desastres que impactan a los más vulnerables. Es terriblemente injusto el panorama. Te encontrás con poblaciones vulnerables, que son las más golpeadas ante un evento climático extremo. Se produce esta situación de injusticia climática. Cómo se trabaja en un mundo cada vez menos equitativo es parte de lo que nos tenemos que ocupar.

ND: -¿Cómo te ves en el futuro?

CS: -Seguir al frente del SMN hasta que surjan nuevos desafíos. Siempre trabajo para que se afiance la institución y cree sus propios caminos de renovación, de nuevos líderes o lideresas. Siempre quiero dar lo mejor donde me toque. Me gusta esencialmente este espacio, vinculado a esta disciplina y a los impactos que tiene en muchos sectores. Me veo siempre por ese camino.

Finalmente, Celeste dejó un mensaje para la juventud: «Quiero alentar siempre a las y los jóvenes a comprometerse e interiorirzarse por estas temáticas. No solo como ciudadanos y ciudadanas, sino también como científicos y profesionales que pueden aportar mucho a este campo. Necesitamos profesionales que trabajen estos temas«.