En sus recientes declaraciones a la prensa, el gobernador Axel Kicillof anticipó la posibilidad de una nueva agitación en la policía bonaerense, señalando al gobierno nacional como responsable en caso de cualquier manifestación por parte de los efectivos.

Si bien los salarios de los trabajadores estatales no están en riesgo por el momento, los empleados de las fuerzas de seguridad ya han demostrado su capacidad de presión en el pasado, como ocurrió en 2020, cuando una propuesta de aumento llevó al Ejecutivo provincial a equiparar los sueldos de la fuerza bonaerense con los de la Federal.

Para financiar este aumento, se utilizaron fondos del Fondo de Fortalecimiento Fiscal, mediante un convenio firmado con el entonces presidente Alberto Fernández, medida que fue objeto de críticas por parte de la oposición.

Sin embargo, con la implementación del plan de ajuste de Javier Milei, este programa de transferencia de fondos ha sido eliminado, dejando al gobernador sin una fuente crucial de ingresos.

En sus declaraciones, Axel Kicillof trasladó toda la responsabilidad de cualquier eventualidad con la policía a Javier Milei, enfatizando que «si no hay suficiente dinero, es responsabilidad suya».

Además, advirtió que «a medida que la recesión se profundice, surgirán problemas en todos los ámbitos» y subrayó la importancia de que el presidente comprenda que dirigir el país implica atender los problemas de la población y no se puede gobernar prescindiendo del Estado nacional.

Por último, en referencia al mencionado Pacto de Mayo, Kicillof afirmó que «en la provincia de Buenos Aires, el pacto de mayo no es una prioridad para nadie».