Luciana Fernández: “La danza se volvió mi sostén en la vida”

La bailarina y profesora de danza se dedica a esta disciplina desde hace casi 30 años. Conocé su historia.

Luciana Fernández es una de las bailarinas más destacadas de nuestra ciudad. En diálogo con Noticias d, habló de su pasión por la danza, su formación y la actualidad del arte en el contexto de la pandemia.

“Con los golpes de la vida aprendí y aprendo a vivir el aquí y ahora», aseguró.

Fotografía: gentileza Eva Pereyra.
–¿Cuánto hace que te dedicás a la danza y por qué la elegiste?

-Mis inicios con la danza fueron a los 5 años de la mano de la maestra Stella Maris Guidi. En la actualidad tengo 34 años y nunca tuve un impasse en mi carrera. Asi que son muchos años dedicados a una pasión y trabajo.

–¿Qué significa la danza para vos?

-La danza se volvió mi sostén en la vida, por supuesto en las distintas edades. Ahora puedo decir que es mi punto de sanación y encuentro conmigo misma. También es uno de mis trabajos, mi terapia y mi otra forma de comunicación. Respiro danza por mis poros.

–¿Cómo fue tu recorrido profesional?

-Comencé a los 5 años en El Fortín; en ese entonces Stella Guidi tenía su escuela de danzas. A los 16 abrí mis alas y me fui a vivir a Capital para hacer la carrera de Comedia Musical en el Estudio Julio Bocca. Fue una experiencia hermosa y un abanico de aprendizaje ya que fuí becada y conocí grandes maestros del teatro, del canto y de mi querida danza.

Cursando el último año de la carrera quedé embarazada de mi primera hija. Cursé embarazada todo el año, nunca paré y logré terminar. Luego de eso quedé seleccionada como bailarina para una obra en el Teatro Broadway llamada «Las déspotas» dirigida por Nicolás Pérez Costa.

–¿Cuáles son las dificultades que tuviste que atravesar?

-Las dificultades son muchas. En principio que a la danza se la tome como una actividad que no es trabajo, ya es duro. Porque si se paga no es bien remunerada y sino trabajamos gratis la mayor cantidad de años. No se tiene en cuenta que lleva mucho tiempo de entrenamiento y aprendizaje.

Ponemos cuerpo, cabeza y alma para que no sea nunca redituable; excepto para los que pegan un buen laburo profesional. Jamás podré compensar la gran inversión que hicieron mis padres. Y la que hice y hago yo para seguir perfeccionándome. Por eso trabajo de la mano de Coda (colectivo de danza), para revertir un poco el concepto de bailarín y profe de danza.

–¿Cuáles considerás que fueron tus mayores logros?

-Siento que mi mayor logro es cada clase y minuto invertido en capacitaciones y ensayos. Eso es lo que me da experiencia y orgullo. Sé que valió la pena y así lo siento.

Cada granito, de cada docente y compañero, aportó y aporta enseñanza en mí como bailarina y profe.

–¿Cómo te afectó el contexto actual a tu carrera y cómo te adaptaste?

-Fue duro; en lo personal me tuve que reinventar como muchos. Arranqué marzo con más de 50 alumnos en 4 lugares distintos de San Nicolás. Luego se inició la cuarentena y en abril ya estaba transformando mi casa en salón de danza.

Dí clases por zoom y sala de Facebook con 18 o 20 alumnos. Pasé de tener más de 50 alumnos a 18. Gracias a Dios mi marido tiene su trabajo y yo abrí mi estudio de maquillaje profesional en casa. Eso nos hizo poder vivir (junto con mis 18 alumnas por 9 meses por supuesto).

-¿Qué trabajos estás realizando actualmente?

-Estoy dando danza jazz en la Sociedad Española y Taller de Comedia Musical en la Asociación Cultural Rumbo, junto a Jeremías Chungo. Y actualmente estoy armando como directora, coreógrafa, maquilladora y dirección general, un espectáculo infantil que quedó seleccionado en el Proyecto Arriba el teloncito que organizó la Municipalidad de San Nicolás.

Lo vamos a estar presentando en septiembre u octubre. La obra se llama “La Cenicienta: sin zapatos, sin perdices”. Además estoy trabajando en una obra de danza que se llama «Factor D, la sombra de la oscuridad » que ya hicimos en el Museo Chervo y que vamos a volver a presentar. Y sigo perteneciendo al grupo CoDa que tantas satisfacciones me ha dado.

–¿Hay algún momento de tu carrera que quisieras volver a vivir?

-No suelo volver atrás. Con los golpes de la vida aprendí y aprendo a vivir el «aquí y ahora». Todos los momentos fueron de aprendizaje y crecimiento, con la inconsciencia de la adolescencia y la madurez de la adultez.

Estoy infinitamente agradecida a cada maestro y compañero que me tocó. No me gusta idolatrar pero son todos referentes en mi carrera.

Donde se puede apreciar el talento de Luciana Fernández

Las personas interesadas en conocer más sobre Luciana Fernández pueden ingresar a su cuenta de Instagram.

Contenido provisto por: Rubén Sisterna