Un soplo de alegría, libertad y autodescubrimiento volvió a la ciudad de Tapalqué. Se llama Andrés Trueba, le dicen “Choco”. Es oriundo del pueblo, pero hace más de diez años decidió emprender viaje para formarse profesionalmente en Tandil, en donde vive actualmente. ¿En qué se formo? Andrés es artista, estudió teatro, ama la música y decidió especializarse en canto y guitarra. Su fuerte teatral está en la expresión corporal y en el entrenamiento vocal.

El joven de 28 años es un libro de viajes viviente, se llenó de experiencias en su recorrido por Brasil, Bolivia, Perú y Uruguay. Convivió con otros artistas y ha dirigido sus propios espectáculos alrededor de Latinoamérica.

“Siempre tuve la intensión de traer algo al pueblo, se me dificultaba porque laburo de manera independiente, y de esa manera es un poco más complejo conseguir los recursos”, explica Trueba.

El artista se reunió con Ignacio Madinabeitia, el secretario de Gobierno Municipal, para llevarle sus propuestas. Su idea es poder brindar talleres que abarquen todas las edades, que sean abiertos a la comunidad y además organizar eventos culturales para articular con distintos artistas de la región y de otras provincias, especializados en pintura, música, danza y poesía. Quiere generar espacios donde la gente pueda nutrirse del arte.

Según Trueba, esta idea surgió a partir de una necesidad de los tapalquenses: “Hace unos días hicimos un evento musical en una casa de la ciudad y fueron unas cuarenta, cincuenta personas. Un evento con música, exposición de cuadros, de obras plásticas y la gente respondió muy bien. Entonces le plantee al municipio sobre las ganas que tiene la gente de estos eventos”.

El joven quiere llevar a Tapalqué su experiencia y aprovechar los espacios culturales que tiene la ciudad, que según él no están siendo explotados al máximo. En su relato, hace mención del Centro Cultural Ricardo Romera como un lugar ideal para la búsqueda teatral a partir de juegos y también para una formación actoral más compleja.

Como dijimos al principio, Andrés viajó y exploró. Desde Noticias D le preguntamos qué anécdotas se había llevado de los países que visitó y nos contó sobre dos experiencias particulares.

Cuando estuvo en Uruguay, en Cabo Polonio, vivió en una península que se abastecía con energía solar y eólica. Se encontraba en una residencia de artistas. Cuenta que fue una experiencia un tanto mística, porque a la noche tenían que usar velas para iluminar. Además, contó que compartía el espacio con personas de otros países como Rusia, Inglaterra y España: “Trabajábamos todos compartiendo diferentes talleres de teatro, otros hacían circo, yoga, pintura. Fue una linda experiencia”, relata Trueba.

Por otra parte, vivió un año en Brasil y se nutrió de la música, la cultura, el idioma y la comida del lugar. “Todo es enriquecedor cuando uno viaja, aprendés inevitablemente porque mucha de las vivencias son nuevas. El clima, el idioma… siempre recomiendo viajar”,  concluye el artista.

Andrés sigue viviendo en Tandil y su idea es poder viajar a Tapalqué para llevar adelante su proyecto. Volverá a la ciudad un chico lleno de humildad, que no se atreve a describirse, pero que sin dudas va a transformar, descontracturar y formar a la ciudad que lo vio crecer.